La comunidad de Cabecera Nueva, Putla, tiene un problema agrario interno, la pequeña propiedad contra lo comunal, desgraciadamente no se les ha dado la información indicada a los lugareños y están confundidos, no saben qué es ser comuneros o pequeños propietarios.
Eso ha hecho que el municipio esté estancado, la comunidad vive en incertidumbre. En una ocasión, un abogado sacó dinero a los comuneros, les cobró 100 pesos a cada uno de ellos, más las copias con el fin de lograr “según” algunos acuerdos.
Después a los que integran a la pequeña propiedad también han hecho sus trámites, pero los años ya han pasado y las autoridades estatales agrarias están dando a conocer sus dictámenes; con ello, las personas ya no saben lo que van a hacer, esta situación tensa en muchas ocasiones la tranquilidad, situación que aprovechan mucho vivales.
Este problema ha hecho, por ejemplo, que se haya truncado una empresa forestal, que cuenta con un aserradero que está en ruinas, además una mueblería y una estufa de secado de madera, que no funcionan, desde luego que se cuenta de los insumos como para que vuelva a crecer el municipio.
Éste es uno de los resultados que ha provocado este tema agrario, hizo que se haya estancado y ya lleva más de 10 años que están en el abandono y no hay ningún crecimiento, el que se haya detenido este proyecto dejó sin trabajo a aproximadamente 80 personas.
De ello se han tomado cartas en el asunto visitando al delegado agrario de la procuraduría en Oaxaca; él —por su parte— está en la mejor disposición de venir y dar la información a la gente, detallar cómo está el tema agrario y cómo debe de funcionar.
Además, se han visitado a las oficinas de catastro para que ellos verifiquen y expliquen los beneficios de ser pequeño propietario o comunero, que la gente lo entiende y tomen la decisión, para que se pueda vivir con los empleos, pero desgraciadamente se ha dado la mentira con beneficios personales.
Se espera que este proyecto algún día se levante, ya que es importante para logar los empleos en la comunidad, desde luego que evita la emigración de las personas que se van a Estados Unidos o cualquier otra parte de la República Mexicana y de terminarse este problema agrario generaría paz y tranquilidad en cada uno de los habitantes, ya que de manera constante se vive en incertidumbre.