Para Edith, madre de dos hijos y comerciante al igual que su esposo, la cuarentena impuesta a vendedores como ella significó el endeudamiento. Sostener a la familia ha sido un gran reto desde marzo, ante la imposibilidad de ahorrar o de tener una fuente de ingresos.
La cuarentena y con ello las restricciones para vender la tomaron por sorpresa. Pensó que la suspensión del tianguis sería por poco tiempo, “pero cuando se fue prolongando nos afectó bastante”, cuenta la mujer de 40 años.
Vendedora de quesos y quesillo, Edith ha vuelto a retomar su trabajo este viernes, pero de una manera muy distinta. Los préstamos fueron la única opción para quien optó por traer poca mercancía, ante la probabilidad de que no acudieran los clientes.
Este viernes, en el tianguis no había ni los clientes ni los puestos habituales. Del lado de los comerciantes, se contaba apenas una decena y con varios metros de distancia o unos pocos si el espacio lo permitía. No así entre ellos, que permanecieron separados.
Además de los productos de venta, en sus mesas o estructuras había gel antibacterial. En tanto, ellos portaban cubrebocas. Una cubeta con agua y jabón también se sumaron a la escena.
De los clientes, apenas si había un par en uno de los tres puestos de la taquería del señor Víctor Martínez, de tacos Los Auténticos Martínez. Él, que hace tres décadas inició el negocio y ha logrado ampliarlo, cuenta que aunque tenían ahorros, estos ya se terminaron y sus hijos incluso tuvieron que buscar otros empleos temporales en la construcción.
Esta semana, luego de cuatro meses, sus casos, tablas, cuchillos y demás utensilios volvieron a cortar y picar la carne y verduras para los tacos. “Algo vamos a vender, siquiera para llevar a la casa”, dice quien apenas tenía 50 clientes, cuando a mediodía llevaba al menos unos 200.
A diferencia de la semana pasada, cuando en la colonia Reforma y el Infonavit Primero de Mayo se desató un operativo y un conflicto con vecinos, el tianguis de ayer no tuvo reclamo alguno.
Con el semáforo en naranja, el ayuntamiento de la ciudad ha permitido la reinstalación de los mismos, pero con menor participación y de una manera en que se eviten aglomeraciones. Sólo el 20 por ciento de comerciantes se pueden instalar, explica el regidor de Mercados y Comercio en la Vía Pública, Luis Arturo Ávalos Díaz Covarrubias.
Y al menos eso se observó ayer, cuando a mediodía un par de comensales figuraba como la única clientela de don Víctor. Provenientes de San Francisco Lachigoló, los dos comensales dijeron sentirse bien por haber encontrado un lugar en el cual comer, pues ante la necesidad de viajar a la ciudad de Oaxaca, tras sus diligencias les fue muy complicado dar con un sitio. “Están cerrados todos los lugares”, dijeron.