Para el integrante del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO), Nazario García Ramírez, no puede darse paso al proyecto de Paso Ancho, sin antes sanear los ríos Atoyac y Salado.
En entrevista, el ambientalista oaxaqueño afirmó que sigue la desinformación oficial, ya que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no ha dado a conocer si continua o no la clausura de la obra aplicada en 2014.
Lo anterior, debido a que el proyecto hidráulico de la presa en el estado de Oaxaca no contaba con autorización de cambio de uso de suelo en terrenos forestales que otorga la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Dicho proyecto implicaba la afectación de una superficie de 1.0251 hectáreas, por la ejecución del proyecto “Cortina Presa Paso Ancho” solicitado en su momento por el gobierno estatal y ubicado entre las comunidades de Villa Sola de Vega y San Vicente Coatlán.
De acuerdo con la dependencia federal, la superficie afectada fue de 2.0174 hectáreas, sin contar con la autorización expedida por la Semarnat, dañando con ello vegetación de selva baja caducifolia y de encino por la ejecución del proyecto.

Al respecto, Nazario García Ramírez dijo que no pueden echar a andar una mega obra, sin antes sanear afluentes y, sobre todo, generar obras que eviten la contaminación de las aguas negras.
Falta mucho por hacer tanto en Valles Centrales como en la región de donde van a acarrear el agua a lo largo de más de cientos de kilómetros, aunado a que debe pasar por la aprobación de las comunidades indígenas”, externó.
Coincidió con otras organizaciones de expertos en medio ambiente en el sentido de existir otras alternativas para la captación y suministro del vital líquido en la ciudad y Zona Metropolitana, y no manejar únicamente la mega obra de Paso Ancho.
En Oaxaca podemos decir que sí hay sequía, pero también mucho saqueo indiscriminado por parte de las empresas, eso es una desventaja para los ciudadanos, dado que son los más afectados”, reveló.
Pidió no dejar a un lado las obras de captación y retención en la Cordillera Norte, ya que por apatía o desconocimiento no quieren efectuar estudios y menos acciones a favor del medio ambiente.