De 62 años de edad, Inés Felipa Ortiz Santaella viste a los niños Dios desde su infancia, resultado de la enseñanza, tradición y dedicación que inculcó su madre a diferentes generaciones.
En uno de los puestos del Mercado Benito Juárez, en el Centro de la ciudad, la señora Inés tiene todo tipo de vestiduras y de distintos precios, con diversos bordados y colores.
Días o semanas antes del 2 de febrero, la originaria de Oaxaca de Juárez recibe a sus clientes para vestir a los niños Dios, de los cuales, los más solicitados son de Corazón de Jesús, de la Salud, de Atocha, el Ángel protector y San José.
De trato amable, Inés Felipa inicia su jornada laboral desde temprana hora y asegura que los precios son accesibles al bolsillo del consumidor, considerando la crisis económica que generó la pandemia por Covid-19.
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Redes sociales, principal competencia
Para la mujer que empezó a vestir niños Dios desde los 10 años de edad, su principal competencia ya no son otros locales ubicados en el mercado o en las inmediaciones, sino las redes sociales y distintas plataformas.
Señala que por la venta y promoción de vestiduras en diversas páginas de internet, principalmente Facebook, una gran cantidad de personas ya no suele acudir a los establecimientos dedicados a esta labor.
De manera minuciosa, doña Inés empieza a vestir al niño Dios con las vestiduras elegidas por el cliente, así como los zapatitos, las manos y la coronita, entre otros accesorios como el corazón o el canastito.
Ahorita sí han bajado mucho las ventas. Hay personas que por el face suben las imágenes de sus vestiditos y entregan a domicilio, eso genera que muchos ya no vengan al centro, pero esperamos que sigamos vendiendo”, expuso la mujer de 62 años de edad, al recordar que esta nueva forma de vender se fortaleció con la pandemia por Covid-19.
