Como parte del proceso de solución al tema de la basura, el municipio de Oaxaca de Juárez ha enviado 100 toneladas de residuos inorgánicos a la cementera Cruz Azul para la generación de combustible alterno y hasta el momento ha triturado 25 toneladas de residuos orgánicos.
Abelardo Ruiz Acevedo, coordinador del Plan de Separación de Residuos Sólidos, informó que han enviado 5 cargamentos con esa empresa cumpliendo con ciertas características. Y dichas consideraciones son de que no deberá contener basura orgánica, tampoco vidrios ni metales, tampoco madera ni pvc.
De ahí se compacta en una densidad de 700 kilos por metro cúbico, es decir, no deberán mandarlo a granel, sino por pacas para facilitar el traslado que hace la empresa sin ningún costo.
La cementera convierte estos desechos en Combustible Derivado de Residuos (CDR) para sus procesos, explicó
Ellos se llevan los residuos y lo ocupan para alimentar un horno cementero y producen combustible de esta manera”, indicó.
Por su lado, informó que el domingo comenzó con la trituración de basura orgánica tipo tina con capacidad de 6 a 8 toneladas por hora, dependiendo de la humedad con la que están triturando.
Y ahora, algunos municipios envían volteos para llevarse los residuos y así regenerar suelos con composta o en su caso, lombricomposta, entre otros usos.
Según Ruiz Acevedo, Oaxaca de Juárez genera aproximadamente 100 toneladas de residuos orgánicos al día. El 60% de estos residuos es recolectado por la Secretaría de Servicios Municipales, mientras que el 40% restante se distribuye entre recolección privada, compostaje doméstico y recolectores independientes.
En este sentido, el nuevo triturador procesa los residuos orgánicos recibidos, lo que equivale al enriquecimiento del suelo correspondiente a una hectárea más un cuarto de terreno, diariamente.
Esta acción no solo elimina la necesidad de enviar los residuos orgánicos a un vertedero, sino que también minimiza la generación de gases de efecto invernadero y lixiviados, lo que se traduce en un beneficio para el medio ambiente.
Este proceso tiene un beneficio ambiental porque no se generan lixiviados ni gases de efecto invernadero. Además de que ayuda a reducir volúmenes de traslado, haciendo más ligero el proceso”, indicó.
