Aunque el ayuntamiento de Oaxaca de Juárez tenía la esperanza de poder utilizar parte del Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos (CIRRSU) en marzo y después en junio, el proyecto del gobierno estatal en San Pedro Totolápam se mantiene entrampado.
Hasta este fin de semana, aún no había avances para usarlo pronto, según explicó Judith Carreño Hernández, encargada del despacho de la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, uno de los municipios más afectados por la crisis de la basura desde octubre del 2022 y que esperaba poder contar con este en junio.
La encargada del despacho, debido a la licencia temporal de Francisco Martínez Neri, refirió que se mantienen los envíos a depósitos certificados en los estados de Puebla y Veracruz, además de seguir con el tratamiento de otra parte de los desechos mediante composta y compactación.
Por estas medidas temporales, el ayuntamiento ha tenido que erogar al menos 380 millones de pesos de manera extraordinaria desde el 2022. Al mes, los traslados han implicado un gasto mensual de 20 millones de pesos.
En los últimos meses, habitantes de estados como Puebla, entre ellos de Quecholac han denunciado públicamente que el relleno intermunicipal está desbordado y que presuntamente ha estado recibiendo de manera irregular desechos provenientes de la ciudad de Oaxaca.
Este viernes, la Confederación Nacional Ecologista, del activista René Sánchez, denunció en la ciudad de Oaxaca que ya hay varias quejas de habitantes de Puebla y Veracruz que se oponen a seguir recibiendo basura de la capital oaxaqueña. Asimismo, que ante crisis como esta la comunidad de ambientalistas de Oaxaca trató de que las autoridades del estado y del municipio capitalino adoptarán desde hace varios años medidas para hacer frente a estos problemas, pero que fueron ignorados.