La crisis de la basura, que estalló el 8 de octubre de 2022 y ha afectado principalmente a la ciudad de Oaxaca, pero se ha extendido a los municipios conurbados, ha implicado gastos extraordinarios de casi 600 millones de pesos para la capital. La mayor parte de la cifra, en el traslado de los desechos hacia depósitos fuera del estado, los cuales comenzaron en noviembre de ese año y se mantienen generando erogaciones de 20 millones de pesos mensuales.
La crisis estalló tras el cierre definitivo del basurero municipal de Oaxaca que operó en la Villa de Zaachila y por la falta de rellenos sanitarios propios en los más de 20 municipios que dependieran de él. Ya sin suficientes recursos para enfrentar la situación y tras la entrada del gobierno estatal para costear los traslados, el municipio de Oaxaca de Juárez tuvo que pedir apoyos financieros al gobierno de Oaxaca para sanear sus finanzas, explicó el presidente municipal, Francisco Martínez Neri.
La suma de los gastos extraordinarios es independiente de la que ordinariamente y de manera anual se ha empleado en el aseo público. Cada año, de manera ordinaria se gastan en promedio 250 millones de pesos en el aseo público y la recolección.
Sin embargo, desde noviembre, la medida temporal para manejar los desechos ha representado un gasto que redujo la capacidad para otras acciones gubernamentales.
En 2022, como ha explicado el edil, fueron 47 millones de pesos extra; en 2023, 250 millones, y en este año se proyectó una suma similar. Además de los traslados, una pequeña parte de los gastos extraordinarios han sido para compra de maquinaria, camionetas e insumos.
Habíamos calculado una partida por el orden de 600 millones de pesos, inversión grandísima que hemos dicho siempre que si hubiéramos tenido ese dinero a la mano se habrían hecho muchísimas cosas más. Pero nos tocó eso, lo asumimos como un compromiso que tuvimos que enfrentar”, refirió en entrevista el presidente municipal. Además de confiar en que no se dejen deudas para la próxima administración que iniciará en 2025.
Desde octubre de 2022, la ciudad de Oaxaca y más de 20 municipios de la zona metropolitana del estado se quedaron sin acceso al relleno sanitario que operó desde los años 80 en terrenos propiedad de la capital, pero ubicados en el municipio de la Villa de Zaachila.
A la fecha, tanto la capital como más de 20 municipios de la zona metropolitana esperan la concreción del Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos (CIRRSU), que el gobierno estatal proyectó construir en San Pedro Totolápam. Sin embargo, y aunque se esperaba que desde marzo o junio de este año ya se pudiera usar una parte del mismo, sigue sin construirse.
Tras el anuncio de la presidenta del país, Claudia Sheinbaum, sobre la construcción de plantas tratadoras de residuos para estados como Oaxaca, se prevé que el CIRRSU ahora se edifique con recursos públicos federales por el orden de 600 millones de pesos o más, de acuerdo con las estimaciones del edil capitalino.