En las últimas semanas de intensos bloqueos en la zona norte y centro de la capital, la doble fila ha recrudecido el problema de tránsito en el primer cuadro de la capital, pues en horas pico se vuelve intransitable.
Lo anterior se suma a la reducción a un carril por la operación de las ciclovías en calles vitales del centro de la ciudad, como Avenida Independencia, Morelos y Reforma, en donde el tránsito se vuelve más intenso.
Sin embargo, el avance de automotores se complica derivado de la doble fila, misma que se mantiene, sin que los automovilistas sean movidos por los elementos de Vialidad.
Durante el recorrido de los agentes de la Policía Vial Municipal en las calles del primer cuadro de la capital son engañados por los automovilistas, ya que media cuadra después, se vuelven a quedar estacionados a mitad de la calle.
La práctica en la zona contigua al zócalo y la Alameda de León genera un intenso tránsito, debido a que la circulación no es fluida en calles como Armenta y López, Cinco de Mayo e Independencia, en donde tardan hasta 10 minutos en avanzar.
No obstante, el mayor problema de circulación se registra en la calle de Fiallo en donde nada obliga a los conductores a avanzar, incluso pese a escuchar el silbato de los elementos viales tardan en dejar la doble fila y hasta se molestan.
Aunado a ello, en otra zona el tránsito genera una enorme carga vehicular sobre las calles de Miguel Hidalgo, Reforma, Vicente Guerrero y Las Casas en donde se mezcla doble fila y protestas.
De la misma forma, los automovilistas se quejan de la ciclovía instalada sobre la calle de Independencia, la cual llega hasta Camino Nacional, y reduce la vialidad en tramos hasta en un carril y otros se quedan en doble fila.
También en las calles de Abasolo, García Vigil, Morelos e Independencia se vive un intenso tránsito en horas pico, en donde camiones de reparto y unidades de transporte buscan quedarse estacionados.
Los agentes de vialidad buscan agilizar la circulación, pero no logran mucho; en cambio, las unidades de motor permanecen estacionadas en doble fila, pese al llamado de los agentes viales, a quienes les cuesta imponer multas.