A través de una marcha por el zócalo de la ciudad de Oaxaca y de una protesta frente al Palacio de Gobierno, integrantes del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO) denunciaron este jueves que a más de dos años de clausura el tiradero metropolitano en la Villa de Zaachila carece del mantenimiento que establece la Norma Oficial Mexicana 083 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Natural, SEMARNAT.
Asimismo, que los lixiviados o líquidos que se desprenden de la descomposición de los siguen siendo un riesgo para la salud de los habitantes de la colonia González Guardado y otras cercanas al basurero, e incluso otros municipios de la región Valles Centrales, ya que los líquidos terminan en los pozos o cuerpos de agua para consumo humano.
El tiradero que inicialmente fue del municipio de Oaxaca de Juárez y después de más de 20 municipios de los valles centrales operó por más de 40 años hasta su cierre el 8 de octubre de 2022. Ahí iban a parar al menos 800 toneladas diarias de basura sin tener un tratamiento adecuado.
El cierre del tiradero derivó también en una crisis de la basura que se mantiene debido a la falta de rellenos sanitarios propios en cada municipio, como marcan la NOM 083 y diversas leyes federales en materia ambiental.
Para Oaxaca de Juárez, uno de los municipios más afectados, el problema hizo que en la pasada administración municipal se gastaran de manera extraordinaria 480 millones de pesos (un monto cercano a lo destinado en los últimos tres años en obra pública) y que a la fecha haya multas por al menos 9 millones de pesos de parte de la Comisión Nacional del Agua. En Santa Lucía del Camino, el gasto en el pasado trienio fue de 40 millones de pesos.
En la manifestación de este jueves, activistas como Nasario García, René Hernández y Gerardo Aldeco cuestionaron la falta de transparencia de parte de las autoridades estatales en proyectos como el nuevo centro de transferencia en Santa Xoxocotlán, que sustituirá al que mantiene Oaxaca de Juárez en el playón del río Atoyac. Ante el nuevo centro de transferencia, habitantes de Xoxocotlán y San Antonio de la Cal se han manifestado en su contra, pues como vecinos del predio temen por las afectaciones y han sido agredidos por transportistas. Además de que desconocen el proyecto.
De igual forma, los ambientalistas señalaron que no se ha socializado el proyecto del Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos, CIRRSU, en San Pedro Totolápam. Además de señalar que hasta la fecha no existen políticas ambientales para el buen manejo de los residuos sólidos en la entidad y que aún cuando es una responsabilidad municipal, los ayuntamientos que depositaban sus desechos en ese tiradero carecen de un relleno propio.
Los activistas también cuestionaron el papel de la sociedad ante el problema de los desechos, pues el consumo desmedido propicia la generación de residuos que en su mayoría son inorgánicos y no se pueden aprovechar o reutilizar. Y que en el caso de los orgánicos, que podrían reintegrarse a la tierra con el compostaje tampoco hay un tratamiento adecuado. “Nadie quiere tener su basura en casas, pero nadie realiza esta separación”, apuntó Nasario García.
Después de su manifestación y tras haber sido abordados por personal del Palacio de Gobierno, los manifestantes trataron de entregar un oficio, pero no les fue recibido.
En medio de la crisis de la basura, que a más de dos años carece de una solución de fondo, la Zona Metropolitana de Oaxaca (ZMO) aumentó su generación de desechos de 800 a 934 toneladas en los últimos cuatro años, según datos del 2019 del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin, 2019) y del “Reporte técnico de los estudios de generación, caracterización y peso volumétrico de residuos sólidos urbanos de la Zona Metropolitana de Oaxaca del (2023)”.