A más de 8 meses de los terremotos del mes de septiembre del año pasado, en el Centro Histórico de la capital existe una gran cantidad de inmuebles en mal estado que no han sido intervenidos por las autoridades correspondientes.
Carlos Estrada dijo a la redacción de EL IMPARCIAL que basta solamente caminar por las calles de la ciudad para darse cuenta de la gran cantidad de casas antiguas construidas de adobe y ladrillo que se encuentran en riesgo de caer.
Tal vez, añadió el ciudadano, las autoridades correspondientes esperan que se caigan solas; sin embargo, el problema es que alguna persona puede resultar lesionada, incluso hasta perder la vida por la irresponsabilidad de las dependencias de gobierno.
En un recorrido se logró establecer que efectivamente varios inmuebles ubicados en diversas calles de la capital han sido afectados por la acción del tiempo, así como los terremotos del pasado mes de septiembre, lo que representa un serio peligro.
Asimismo, varios de los templos católicos, entre de ellos el de la Defensa cuyo único campanario se encuentra desfasado, por lo que alrededor del mismo se delimitó una zona de emergencia; sin embargo, ya no existe, ni los automovilistas respetan que no se deben estacionar.
Así como el templo del Patrocinio, Consolación, las Nieves, entre otros, incluso en algunos de ellos se han reanudado los oficios religiosos, por lo que existe latente el riesgo de que ante un sismo de mayor magnitud se puedan colapsar.
Ciudadanos entrevistados en distintos lugares coincidieron que las autoridades federales y estatales deben tomar las medidas pertinentes para evitar que en caso de un sismo fuerte se pueda llegar a registrar un problema mayor.