Para el Partido Acción Nacional en Oaxaca, el incremento a la tarifa del transporte público es injustificable, toda vez que las unidades que prestan el servicio son caducas y altamente contaminantes, lo cual es perceptible en las calles de la capital.
En entrevista, la presidenta del Comité Directivo Estatal (CDE) del PAN en Oaxaca, Perla Woolrich Fernández, arremetió contra la Secretaría de Movilidad por la reciente aprobación del aumento en las tarifas de transporte, acusando falta de sensibilidad hacia las condiciones económicas de la población.
Argumentó que la decisión, respaldada por supuestos estudios económicos, ignora el limitado poder adquisitivo de las familias en el estado, quienes enfrentan dificultades para cubrir necesidades básicas, como el acceso a la alimentación.
Woolrich Fernández, indicó que la autoridad estatal muestra una clara desconexión con la realidad de los ciudadanos.
“Mientras la clase política se da lujos y realiza viajes innecesarios a Europa, ahora pretenden que la población, ya afectada por la inflación y la crisis económica, asuma mayores costos en el transporte”, enfatizó.
Además, cuestionó la validez de los estudios utilizados para justificar el alza por Claudina DeGyves Mendoza, señalando que un aumento de dos pesos en el transporte representa un esfuerzo significativo para el presupuesto de la mayoría de las familias en Oaxaca.
La dirigente del PAN también señaló la incongruencia entre las acciones del gobierno federal, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, y las necesidades nacionales.
Recordó que, mientras Oaxaca y Guerrero enfrentan los estragos de las recientes lluvias y desastres naturales, el gobierno federal ha enviado 100 toneladas de carne y 400 mil barriles de petróleo a Cuba, además de ayuda técnica para restablecer la electricidad en la isla.
Según la líder panista dichas acciones internacionales son un reflejo de una política de “caravana con sombrero ajeno”, dejando de lado las urgentes necesidades locales para priorizar el apoyo a otros países.
El PAN en Oaxaca, por medio de su presidenta, reiteró que antes de imponer nuevos costos a la población, el gobierno debería concentrarse en garantizar el bienestar de las familias oaxaqueñas y atender las problemáticas locales.
Fernández concluyó que, al ignorar estas necesidades, el gobierno estatal y federal demuestran una falta de empatía y responsabilidad hacia los ciudadanos que representan.