A lo largo de 49 años El Imparcial del Istmo ha estado presente en la vida política, social y cultural de esta importante región de la entidad.
Ante la necesidad de contar con un medio serio para ser el portavoz de la sociedad istmeña, es editado por Publicaciones Fernández Pichardo y se ha convertido en uno de los diarios con mayor tradición y trayectoria en la región del Istmo.
Un diario integrado por verdaderos periodistas que día a día se esfuerzan por ir tras la noticia para informar de los acontecimientos más trascendentes de la región.
En El Imparcial del Istmo han desfilado grandes periodistas, le abrió la puerta a muchos jóvenes que perseguían sus sueños y que ahora se han convertido en referentes en los medios de comunicación en Oaxaca.
A lo largo de los años, en las líneas del periódico se han plasmado los hechos más trascendentes y que han impactado la vida social de los istmeños. El Imparcial del Istmo ha estado presente dando voz a todos los sectores de la sociedad, sobre todo a los más vulnerables.
Es un medio serio, profesional y de gran respeto en el periodismo regional. Surgió ante la necesidad de contar con un medio objetivo y veraz en la región.
En un intento por penetrar comenzó a circular en esta región El Imparcial de Oaxaca, pero tuvo poca aceptación por el regionalismo que impera en la zona, y los istmeños “rechazaron” el periódico “vallisto”, como le dicen a los habitantes de la región de los Valles Centrales.
Fue así como nació El Imparcial del Istmo el 20 de enero de 1972, hace 49 años, bajo la dirección de don Benjamín Fernández Pichardo y el entusiasmo de un grupo de periodistas jóvenes quienes hicieron suyo el proyecto y comenzaron a redactar las primeras notas en el diario.
EL INICIO
Los primeros números del periódico nacieron en la habitación número 13 del Hotel Callie de Tehuantepec. El material se enviaba por telegrama o vía telefónica.
El propio don Benjamín Fernández Pichardo viajaba todos los días de la capital del estado hasta el Istmo para distribuir el periódico en los principales puestos de revistas. Llegó para ser un aliado del pueblo.
El Imparcial del Istmo ha sobrevivido en el paso del tiempo, aún cuando en un intento acallar la libertad de expresión, y cuando el periódico estaba en su auge en el año 2007, tres voceadores del diario sufrieron un atentado.
EL FATÍDICO 8 DE OCTUBRE DE 2007
Eran las 13:15 horas del lunes 8 de octubre del 2007. Un comando armado atacó a plena luz del día una camioneta propiedad de El Imparcial del Istmo en el tramo Tehuantepec – Salina Cruz. En el lugar fueron acribillados Agustín López, Mateo Cortés Martínez y Flor Vásquez López, trabajadores del diario.
El lamentable hecho enlutó a la familia de El Imparcial del Istmo y conmocionó a todo el gremio. La sangre de los compañeros salpicó a todo el gremio no solo en el Istmo, sino del país entero.
Habían sido días difíciles por una serie de acontecimientos ocurridos en la región, asesinatos, secuestros y atentados contra la policía, todos eran plasmados de manera puntual en El Imparcial del Istmo.
Si bien fue un golpe muy fuerte, lejos de rendirse, El Imparcial del Istmo no dejó de circular, gracias a la valentía del grupo de reporteros y del personal administrativo. Se reorganizaron gracias al apoyo de Don Benjamín Fernández Pichardo que nunca los dejó solos.
A más de 13 años de aquellos hechos, aún se mantienen en la plantilla de trabajadores, importantes colaboradores como Agustín López Santiago y Linda Carrisoza Gutiérrez, quienes vivieron en carne propia esos momentos difíciles y se han mantenido fieles a la empresa hasta la fecha.
A lo largo de los años, El Imparcial del Istmo ha estado presente en los acontecimientos más importantes.
RECUENTO DE LOS ÚLTIMOS 15 AÑOS
Los reporteros de El Imparcial del Istmo estuvieron atentos a la cobertura del movimiento magisterial del 2006, que si bien, se originó en la capital oaxaqueña, se replicó en las regiones de la entidad.
Asimismo, cubrieron la tragedia ocurrido en las costas de San Francisco del Mar el 18 de octubre del 2007, cuando al menos 24 inmigrantes centroamericanos murieron ahogados al naufragar la embarcación en la que viajaban.
El Imparcial del Istmo ha estado presente en los desastres naturales como el registrado por las inundaciones del 2010 en la región, principalmente en Juchitán que dejó a cientos de familias damnificadas.
El 1 de junio del 2013 el huracán “Bárbara” tocó tierra en las costas del Istmo. En la zona oriente de la región dejó daños importantes. El Imparcial del Istmo dio cuenta de ello.
El 13 de junio del 2017, una intensa lluvia provocada por la tormenta tropical “Calvin” provocó inundaciones en Salina Cruz.
La refinería “Antonio Dovalí Jaime” sufrió serias afectaciones al grado que el 14 de junio del 2017, el desbordamiento de las presas de residuos provocó una explosión en la refinería que dejó una persona fallecida y obligó a la evacuación de todas las colonias aledañas.
La noche del 7 de septiembre del 2017, el Istmo vivió la peor tragedia de su historia. Un sismo de 8.2 devastó a gran parte de la región, dejando sin hogar a miles de familias y varias personas fallecidas.
A pesar de también ser damnificados, los reporteros de El Imparcial del Istmo dieron muestra de profesionalismo y ética dándole voz a los afectados y plasmar en el diario las historias de vida y de muerte que dejó el terremoto.
Actualmente con la pandemia generada por el Covid-19, el personal de El Imparcial del Istmo mantiene su compromiso con sus lectores. Saben y conocen del reto de hacer periodismo en situaciones adversas y esta no es la excepción.
Con las medidas pertinentes para evitar un contagio, los reporteros no han dejado de informar y formar opinión a través de sus reportajes y notas periodísticas que a diario se plasman en cada edición de El Imparcial del Istmo.
En memoria de los compañeros ya fallecidos y a manera de homenaje a sus primeros redactores, enhorabuena, feliz aniversario a El Imparcial del Istmo y a todo su personal, a los que durante estos 49 años han colaborado para este importante medio de comunicación y que seguramente estarán satisfechos del éxito alcanzado.