El albergue de migrantes “Hermanos en el Camino” de Ciudad Ixtepec, mantiene abiertas sus puertas para recibir a los migrantes que transitan por el Istmo de Tehuantepec, y que a pesar de la pandemia del Covid-19 continúan llegando. El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, director del refugio, aseguró que no hay casos de Coronavirus entre los centroamericanos que se encuentran en el lugar.
En las redes sociales y en algunos de medios de comunicación, se difundió que dos migrantes habían sido trasladados al hospital de Ciudad Ixtepec por posible contagio de Covid-19, sin embargo, el sacerdote Alejandro Solalinde dijo que ambos centroamericanos fueron valorados por un médico del Instituto Nacional de Migración (INM) y los resultados fueron negativos.
Lo que presentaron ambos migrantes, fue un problema de desnutrición severa y fueron atendidos de manera oportuna en el centro de salud de Ciudad Ixtepec.
Por su parte, Martín Rojas Márquez, coordinador del Grupo Beta de Protección a Migrantes del INM informó que aún cuando en el albergue ya se les había realizado una prueba rápida de Covid-19 a los dos migrantes, médicos del INM les aplicaron otra prueba y ambas resultaron negativas.
Rojas Márquez descartó que hasta el momento en el albergue haya migrantes contagiados por el virus, aunque están al pendiente también de los extranjeros, principalmente de Centroamérica que arriban todos los días a territorio istmeño.
De acuerdo con datos del albergue de migrantes “Hermanos en el Camino” que fundó el sacerdote Alejandro Solalinde en febrero del 2007, cada dos días arriban a Ciudad Ixtepec en promedio unas 60 personas provenientes principalmente de Guatemala, El Salvador y Honduras.
Por ello se han tomado las medidas sanitarias necesarias, para que toda persona que ingrese al albergue se lave las manos con agua y jabón, también se le toma la temperatura, esto como parte del protocolo que se aplica para evitar contagios de Covid-19.
Solalinde Guerra señaló que el albergue cuenta con instalaciones apropiadas para el confinamiento, y que con apoyo del Alto Comisionado para las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y de la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (Redodem), se construyeron otros espacios más como una cancha deportiva, espacios de recreación y ejercicios.
La finalidad es que los migrantes convivan en espacios dignos en lo que deciden permanecer refugiados o continuar con su camino hacia el norte, toda vez que la mayoría tiene como destino los Estados Unidos.
También existen, en caso de un contagio de Covid-19, espacios habilitados para aislamiento, aseguró el párroco.
Cabe destacar que el albergue de migrantes estuvo cerrado durante ocho meses desde el inicio de la pandemia, y reabrió sus puertas en diciembre del 2020.