A las 12:44 horas de este jueves, el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) reportó un fuerte terremoto con epicentro cerca de Ferndale, California, ubicado a unas 45 millas al suroeste de la ciudad de Eureka. Este sismo fue precedido por un par de movimientos telúricos previos en la región, incluyendo un terremoto de magnitud 3.6 en Rosarito, Baja California, ocurrido a las 11:53 horas, que también fue percibido por los habitantes de Tijuana y otras localidades cercanas.
Este temblor de gran magnitud ha dejado a la población en estado de alerta. Ya que, además de los sismos reportados en California, se activó una alerta de tsunami que afecta las costas de California hasta Oregon.
EL SISMO Y SU MAGNITUD: UNA ALERTA CRECIENTE
El terremoto registrado en California alcanzó una magnitud de 7.0 y una profundidad de aproximadamente 8 millas (12.8 kilómetros). El epicentro fue localizado en el área de Ferndale. Una zona conocida por su actividad sísmica debido a la cercanía con la Falla de San Andrés, una de las fallas geológicas más activas y peligrosas del mundo. Este terremoto, junto con el precedente en Rosarito, pone en evidencia el riesgo constante de movimientos telúricos en esta región fronteriza.
El Centro Nacional de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos activó la alerta debido a la magnitud del sismo, Con potencial para generar olas destructivas en las costas del norte de California y el sur de Oregon. Se indicó que las olas podrían afectar desde Davenport, California, hasta la línea Douglas/Lane en Oregon. Por lo que, las autoridades instaron a la población a estar preparada y seguir las recomendaciones oficiales.
DESALOJO EN TIJUANA
Como medida preventiva, en Tijuana, México, tras el sismo de magnitud 3.6 en Rosarito, el Palacio Municipal de Tijuana fue desalojado bajo el protocolo de emergencia. José Luis Jiménez, director de Protección Civil local, confirmó que la evacuación se realizó por precaución. Ya que, el sismo fue perceptible tanto en Rosarito como en la propia Tijuana, sin que hasta el momento se reportaran daños significativos.
¿ES ESTE EL INICIO DE “THE BIG ONE”?
La actividad sísmica reciente ha reavivado las especulaciones sobre The Big One. El esperado terremoto de gran magnitud en la Falla de San Andrés, que geólogos y expertos han previsto podría tener consecuencias devastadoras. De acuerdo con investigaciones del USGS, existe una probabilidad del 31% de que un terremoto de magnitud 7.5 o mayor golpee Los Ángeles en los próximos 30 años. Lo que hace que las autoridades y la población permanezcan en alerta ante cualquier signo de mayor actividad sísmica.
¿QUÉ ES UN TSUNAMI?
El tsunami es un fenómeno natural provocado generalmente por terremotos de gran magnitud que ocurren cerca o debajo del océano. Así como por erupciones volcánicas o deslizamientos de tierra submarinos. Este tipo de maremoto puede generar olas gigantes que se desplazan a gran velocidad, y aunque el fenómeno en sí mismo puede durar horas o incluso días, las olas iniciales son las más destructivas. La amenaza de un tsunami es especialmente peligrosa cuando las olas llegan a puertos y áreas costeras densamente pobladas.
¿QUÉ HACER EN CASO DE ALERTA DE TSUNAMI?
La alerta de tsunami activa la necesidad de evacuar áreas costeras inmediatamente. Las autoridades locales en California y Oregon han recomendado a los residentes estar al tanto de las alertas emitidas por el Centro Nacional de Alertas de Tsunamis y seguir las indicaciones para protegerse de cualquier posible impacto. Es vital tener acceso a información oficial y estar preparado para la evacuación en caso de que las olas sean inminentes.
Finalmente, este terremoto de magnitud 7.0 es un recordatorio de la constante actividad sísmica en la región de California. Además, muestra la importancia de estar preparados ante posibles desastres naturales, como el Big One y los tsunamis. Las autoridades continúan monitoreando la situación y recomendando a los habitantes de las zonas afectadas mantenerse informados a través de los canales oficiales y seguir las recomendaciones de seguridad para minimizar riesgos.