El 17 de septiembre, una carta escrita a mano por Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, salió a la luz, exponiendo sus experiencias durante casi cinco años en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, Nueva York. Este documento, difundido por periodistas como Keegan Hamilton, revela detalles sorprendentes sobre las presiones que enfrentó tras su arresto en diciembre de 2019.
En la misiva, García Luna revela que, desde su detención, fue abordado repetidamente por la fiscalía de Nueva York con una oferta para declararse culpable de vínculos con el narcotráfico. “Me ofrecieron un acuerdo para que me inculpara con delitos relacionados al narcotráfico a cambio de una sentencia de seis meses y beneficios económicos”, escribió. Este ofrecimiento, según García Luna, provenía de “inducción del gobierno de México”, con el objetivo de implicar a “personas e instituciones” y así debilitar las estructuras institucionales del país.
UNA ESTRATEGIA DE DESMANTELAMIENTO
El exfuncionario indicó que el enfoque no era simplemente incriminar a narcotraficantes. También se buscaba afectar a figuras políticas y empresariales. Entre los expresidentes que se mencionaron en el acuerdo, destaca Enrique Peña Nieto, así como otros líderes políticos y empresarios influyentes como Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego. Según la información del periodista Carlos Loret de Mola, García Luna tenía la tarea de declarar en contra de hasta cinco expresidentes y una serie de exfuncionarios. Lo que insinuaría un plan para desmantelar la clase política y empresarial mexicana.
Loret de Mola sugiere que este enfoque tenía como fin exponer la existencia de un “narcoestado” que habría operado en México desde 1989 hasta 2018. Este análisis ha generado una ola de especulaciones sobre las implicaciones políticas que podrían derivarse de tales acusaciones. Especialmente en un contexto en el que el actual presidente Andrés Manuel López Obrador ha enfrentado críticas por su manejo del narcotráfico.
CONDICIONES DE DETENCIÓN Y ACUSACIONES A LÓPEZ OBRADOR
En su carta, García Luna también denuncia haber vivido en “condiciones infrahumanas” durante su tiempo en la cárcel. La misiva, además de describir su experiencia personal, incluye acusaciones directas contra López Obrador. Sugiriendo que el presidente tiene vínculos con el narcotráfico. Estas afirmaciones, aunque no han sido corroboradas, añaden una capa de tensión al ya complicado panorama político de México.
UN JUICIO INMINENTE
La revelación de esta carta ocurre a solo tres semanas de que se dicte la sentencia de García Luna. Quien enfrenta cinco cargos, incluidos tres por conspiración para transportar, importar y distribuir cocaína. En febrero de 2023, una corte en Nueva York determinó que recibió sobornos millonarios del Cártel de Sinaloa durante su tiempo en el gabinete de Felipe Calderón (2006-2012).
El 9 de octubre se conocerá la sentencia contra García Luna, un momento crucial que podría definir no solo su futuro, sino también el de múltiples figuras políticas y empresariales en México. Con su carta, el exsecretario no solo busca defenderse. Además, parece estar desafiando a las autoridades y revelando un trasfondo oscuro que podría sacudir la política mexicana en su totalidad.
REFLEXIONES FINALES
La situación de Genaro García Luna no es solo una cuestión de justicia personal, sino que se ha convertido en un símbolo de las complejidades y complicaciones que enfrenta México en su lucha contra el narcotráfico. A medida que se aproxima la fecha de la sentencia, la atención se centra no solo en el destino de un exfuncionario, sino en las repercusiones que sus acusaciones podrían tener para un país que aún busca salir de la sombra de la violencia y la corrupción.
Con la atención de medios y ciudadanos en un hilo, el próximo dictado de sentencia podría ser un punto de inflexión en la narrativa del “narcoestado” en México y la relación del país con el crimen organizado.