Los gases potencialmente tóxicos producidos por la caída al mar de la lava del volcán de La Palma representan un riesgo bajo para la población de esta isla del archipiélago español de Canarias, estimaron expertos ayer.
El hecho de que ya haya un “canal abierto” entre el volcán Cumbre Vieja, en erupción desde hace once días, y el mar es una “buena noticia”, porque puede evitar “nuevas represas de lava” en tierra, señaló a la televisión pública David Calvo, portavoz de Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan).
El aeropuerto de La Palma recibió ayer su primer vuelo tras la paralización el sábado por las cenizas del volcán, anunció la aerolínea Binter.