¿Qué te estás comiendo en una guajolota?
Un atole aporta de 180 y hasta 200 calorías.
El 2 de febrero se festeja el Día de la Candelaria y con ello llegan los famosos tamales y nada más característico que la típica guajolota, al parecer, reina del festejo. La guajolota es un tamal dentro de un bolillo.
Tan sólo en la CDMX, este viernes 2 de febrero se repartirán la Plaza de la Constitución, en el Zócalo, 21 mil tamales y para acompañar, 5 mil litros de atole caliente. Habrán 19 variedades de tamales: entre tamales de dulce y tamales de chile, entre ellos, el tamal de piña, tamal de cochinita pibil, tamal vegetariano, tamal de ate, entre otros.
Calorías de la guajolota
En realidad, la guajolota es uno de los desayunos más populares y accesible es aquél que consiente una torta de tamal y atole, también apodado el “guajolocombo”.
Sin embargo, algunas personas, temen excederse durante este festejo y buscan conocer la realidad nutricional de la guajolota; empecemos por conocer que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere un promedio de calorías (energía) al día.
Este promedio para adultos va desde las 1500 y hasta las 1700 calorías al día para mujeres y 2000 calorías para hombres.
Ingredientes de una guajolota
1. Tamal. El tamal se ha clasificado dentro del grupo “Cereales y tubérculos con grasa”. Este grupo aporta: 115 calorías, 15 gramos de carbohidratos, 5 gramos de grasa y 2 gramos de proteína. La ración sugerida de tamal es de ¼ de pieza.
2. Bolillo. Se ha clasificado dentro del grupo “Cereales y tubérculos sin grasa” Este grupo aporta: 70 calorías, 15 gramos de hidratos de carbono, 0 gramos de grasa y 2 gramos de proteína. La ración es de ½ pieza sin migajón.
3. Atole. En 1 vaso de atole tradicional hay de 180 a 200 calorías.
La realidad. Se suele consumir 1 pieza entera de tamal dentro de un bolillo completo y un atole.
En ocasiones, este tamal se fríe para formar las tradicionales “piedras” Esto quiere decir que un “combo guajolota” aporta más de 1500 calorías.
Más allá de los números…
Calidad: nuestra guajolota en realidad, carece de nutrimentos como fibra, vitaminas y otros y si se agregan verduras o frutas, aún así, el aporte es limitado.
Si bien no se debe prohibir el consumo, se sugiere un consumo racional e informado. Por sí sola, la combinación guajolota y atole no constituye un menú equilibrado.
Eso sí, el tamal elaborado tradicionalmente es la mejor opción, evita aquellos tamales industrializados o en bolsitas.
Si eliges variedades “novedosas” como aquellos rellenos de galletas, papas o pastel, aumentarán las calorías.
¡Elige moderación y disfruta de una sana relación con la comida!
