¿Te has puesto a pensar de qué forma utilizas la palabra “Ok” al expresarte? En un principio todos nos asombramos por su versatilidad, y cómo podemos usarla en un montón de contextos de manera correcta.
Lamentablemente esta expresión no siempre debe ser usada. Normalmente significa que algo es satisfactorio, pero no es especialmente bueno o sea, algo conformista.
Es una forma de evitar conflictos al no ofrecer una retroalimentación significativa, nos permite evitar comprometernos con la comunicación auténtica.
Esta palabra no solo hace referencia a algo, sino que nos impide proporcionar una evaluación valiosa de cualquier situación. En lugar de solucionar problemas y encontrar soluciones, al elegirla como como respuesta, le restamos importancia a las actividades. Y no solo eso, el hecho de usar esta palabra te hace aburrido, ya que es una respuesta corta y perezosa.
La comunicación es una calle de dos vías. Una persona que te pide su opinión honesta sobre un tema, no quiere escuchar solamente un “Ok” como respuesta.
Una buena comunicación requiere que incluyas detalles específicos cuando ofreces tu opinión. Si terminas diciendo “Ok”, asegúrate de añadir una respuesta más profunda que te permita generar una mejor conexión con la otra persona.
Por una mejor comunicación, dejemos de ser tan simples con el lenguaje.
