Abigail Maritxu Aranda: “Toledo aportó una imaginería poética sobre los animales”
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Abigail Maritxu Aranda: “Toledo aportó una imaginería poética sobre los animales”

La crítica y curadora de arte considera que el autor muere en paz con el mundo y con el universo


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En la década de 1950, la plástica mexicana vivió un momento de ruptura. Una nueva generación que tomó como su referente a Rufino Tamayo cuestionó a la llamada escuela Mexicana de Pintura. Abigail Maritxu Aranda Márquez, curadora y crítica de arte, explica que ese grupo de jóvenes creadores, en el que estuvieron José Luis Cuevas y Vicente Rojo, se rebeló contra los modos de representación.

Y había algunos oaxaqueños, ahonda la también profesora de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Toledo podría pensarse como uno de ellos, pero que lejos de tener el común denominador del grupo de La Ruptura generaría su propio distintivo, su propia revelación.

“Francisco Toledo, desde sus inicios, cambió el modo de ver el mundo, esa es su primera gran aportación”, explica Aranda Márquez como una manera de distinguir al autor fallecido este 5 de septiembre en Oaxaca.

Francisco Toledo aportaría algo más que no había en ese grupo, y eso era la “imaginería poética sobre los animales, el contubernio amoroso –erótico- entre seres humanos y animales”. En sus óleos o grabados, los animales se convierten en seres amatorios, amables (en el sentido del amor), eróticos, “y eso va a aportar al arte mexicano un nuevo mundo”.

Eso es ya una primera ruptura y una aportación gigantesca, reconoce la crítica que explica ello con la mitología que generó Toledo gracias a sus experiencias en Juchitán, Oaxaca, o en Minatitlán, Veracruz.

Alguna vez, en 2017, Toledo decía que en su obra había repetición. Para Aranda, ese término se pensaría como estilo. El que se puede notar en libros en los que participó el autor, pero que no siempre están en la mente de las personas. Por ejemplo, el de Zoología fantástica, de Jorge Luis Borges. “Él ilustra el libro, y el libro demuestra la madurez que tenía con ese universo de la fábula”.

“Creo que las aportaciones del maestro Toledo se disparan en muchas direcciones”, dice Abigail, quien las observa en la plástica, donde “no habrá artista mexicano ni oaxaqueño que niegue la influencia del artista Francisco Toledo en su obra”; asimismo, la dirección que remite a que dentro de su grandeza fue muy humilde, “porque no aspiraba a ser maestro en el sentido de dar clases en una escuela, dio sus clases de manera universal, en la calle, en la galería, en el mercado, en donde fuera”.

Otro rumbo o dirección fue la poética de la acción, al fundar instituciones o apoyar causar sociales.

“Ahí está pensando que eso es una extensión real de su obra porque va a aplicar dicho por Marx: cambiar el mundo mediante acciones directas, políticas, sociales”.

Para la curadora, “su obra es muy basta y en realidad es una sola”, pues todas están ligadas, todas son consecuencia de su visión plástica”. Por eso cree que “Toledo muere en paz con el mundo, muere en paz con el universo”.


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