Nissan anunció que a partir del próximo año consolidará la producción de las pickups Frontier/Navara, actualmente dividida entre México y Argentina, en la planta CIVAC, en Morelos.
GM y Ford han incrementado la presión para evitar el menor impacto posible: el argumento que impulsan es el largo tiempo que llevará mover la producción a Estados Unidos y los pocos beneficios que significará.
La respuesta de las empresas
Las principales automotrices que tienen producción en México plantean ya en la Casa Blanca que llevará alrededor de siete años mover todas sus plantas de producción a Estados Unidos como plantea el presidente republicano.
Por su parte, la japonesa Nissan adelantó que dejará de fabricar en Argentina al trasladar la producción de las ‘pick ups’ Nissan Frontier/Nissan Navara, actualmente dividida entre México y Argentina, en un único centro de producción regional, centralizado en la planta Civac, en Morelos, México, según lo informado este viernes.
Este anuncio obedece a las medidas de transformación anunciadas globalmente por Nissan en febrero de 2025, enfocadas en mejorar la competitividad de sus productos y del negocio.
La compañía ha anunciado cambios estratégicos en sus operaciones industriales en América Latina para optimizar su desempeño y construir un negocio más ágil, capaz de responder con mayor rapidez a los cambios del mercado.
Piezas nacionales y extranjeras
Para Ford y GM, el problema es la falta de metodología para poder detectar qué autopartes no son nacionales ante la fuerte integración en la cadena de producción automotriz que existe entre México, Canadá y EU, pero en donde la parte mexicana tiene una participación crucial.
En la medida firmada por Trump se señala que “las piezas de automóviles que cumplan con el T-MEC permanecerán libres de aranceles hasta que el secretario de Comercio, en consulta con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), establezca un proceso para aplicar aranceles a su contenido no estadounidense”.
Por el momento, el gobierno mexicano apuesta a que estos argumentos ayuden su estrategia de buscar un trato preferencial hacia México y la presidenta Claudia Sheinbaum insiste en esperar al 3 de abril a dar a conocer una respuesta integral, contrario a lo que su socio comercial, Canadá realiza, que apuesta por una réplica de la misma forma.