BARCELONA. Entre ocho y 12 millones de toneladas de plástico procedentes de residuos mal gestionados en los cinco continentes colapsan cada año los océanos, de las cuales un 15% se mueven por la superficie marina, otro 15% llegan a las costas y el resto se hunden en el fondo del mar.
Este es uno de los mensajes que transmite la exposición “Mares de plástico. Del problema a la solución”, que se inauguró en Barcelona con la colaboración de la Fundación We Are Water con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la gravedad de la basura plástica en el océano.
El comisario de la exposición, Roman Aebersold, explicó que “por cada cinco kilos de peces que habitan el mar hay un kilo de residuos plásticos, una cifra que en treinta años quedará igualada a un kilo por un kilo si no se toman medidas”.
El recorrido de la muestra comienza precisamente recordando cuánto tiempo tardan ciertos residuos en desintegrarse, de manera que una botella de plástico tarda 450 años en descomponerse, un portabebidas de plástico, unos 400, y una bolsa de plástico, entre 10 y 20 años.
En este sentido, durante más de veinticinco años se han evaluado los restos encontrados en playas de todo el mundo en el Día Internacional de Limpieza de Playas, y de entre los principales materiales hallados el plástico ocupa un lugar predominante, ya que después de las colillas de cigarros se encuentran las botellas, envoltorios y tapas de plástico.
La alta presencia de basura plástica en el mar provoca que muchos animales ingieran enormes cantidades de plástico, “algo que a larga produce que los humanos acaben ingiriendo materiales plásticos, por cuanto son el último eslabón de la cadena alimentaria”, recordó Aebersold.