Puerto Escondido, uno de los destinos turísticos más importantes que ofrece Oaxaca al mundo tiene playas contaminadas porque las aguas negras son arrojadas al mar y las plantas de tratamiento de aguas residuales están inservibles.
Este problema tienen años de haberse presentado; nuevos presidentes municipales han llegado a ocupar el cargo y se han ido sin buscar una solución definitiva; en tanto, la contaminación tiende a agudizarse.
Por ejemplo, en la calle conocida como Bajada de las Brisas, en Zicatela, que no es más que un canal de aguas pluviales que dan al mar, los domicilios que están junto a este canal se conectan a él para hacer sus descargas de drenaje lo que provoca un olor desagradable.
En tanto, en la famosa Lagunita, que está en playa Marinero, ahí desembocaba el río El Regadío; ya no existe ese rio, en cambio, la mentada Lagunita almacena puras aguas fétidas, del drenaje.
El cárcamo número uno, que está en el Adoquín, atrás de la caseta de información turística y el cárcamo número 2, a un costado del puente El Regadío resultan un verdadero dolor de cabeza, cuando deja de funcionar. Así las cosas en Puerto Escondido con la terrible contaminación de sus playas.