A José Santos (Oaxaca, 1971), el gestor cultural Sergio Huerta lo describe como un artista plástico que, al formarse en Londres, Inglaterra, tiene una mirada universal sobre el arte, que le ha ayudado a romper paradigmas. Pero también, explica, tiene una base o contexto que como el de Oaxaca le ha permitido llevar su trabajo a un estilo que une ambas latitudes.
Esa mirada es la que Huerta observa en el trabajo de Santos y que queda plasmada en el catálogo Palimpsestos, presentado el lunes en el Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO). La obra se basa principalmente en dos exposiciones del autor: Ruptura (MUPO, 2018) y Palimpsestos (Centro Cultural Santo Domingo, 2019-2020).
Aunque también se remite a una de las creaciones con las que se graduó de la universidad y que data de hace más de 10 años, pero que incluyó porque representa un puente entre su pasado y presente.
Oaxaca, un estado en donde Huerta y Santos reconocen una bagaje e impulso al arte desde la labor de figuras icónicas como Rufino Tamayo o Francisco Toledo, y con una gran tradición en la gráfica, es para Santos una base sólida.
Al nacer, crecer y llevar unos años aquí en Oaxaca, te das cuenta de que los colores ya son parte de tu conciencia, de tu ser, por lo mismo de que ya tenemos un folclor no solamente en la música, danza o cualquier tipo de calidades artística”, explica Santos.

Sin embargo, refiere que su proceso en la pintura o la escultura (ya sea en cerámica u otro material) no depende de un motivo o inspiración específica. Pero sí de un trabajo arduo que implica aprender y comprender cada técnica, material, soporte y otros factores.
La materia te ayuda para intervenir y hacer algo”, explica el autor.
Durante la presentación del volumen, Huerta se refirió a la calidad del trabajo que Santos reúne en el catálogo y de la que le llamó la atención cómo ha logrado apropiarse de diversas iconografías. Tanto de lo observado en las calles de Londres como las de Oaxaca, en donde el arte urbano es muestra de las conexiones que Santos recrea en sus cuadros.
Santos, añade el gestor cultural, tiene la libertad de poder expresarse de una manera crítica, pues cada cuestión que estudia la refleja en su arte. Es capaz, añade, de generar un trabajo que dialoga con una comunidad, que tiene un compromiso ético y social. Y que este catálogo es como una carta de presentación.