Frente a los últimos hechos violentos en Juchitán de Zaragoza, que derivaron en la suspensión de clases y de transporte, la poeta y artista zapoteca Natalia Toledo expresó su preocupación por el municipio en que nació y creció.
“Hoy Juchitán pende de un hilo, muertos todos los días, levantones, chavos hasta el full de cristal y alcohol. Ingobernable. Cuando platicas con las autoridades del estado y les dices esto, simplemente te ignoran o te dejan de hablar, como si no fuera su obligación darnos esa seguridad”, escribió la poeta en sus redes sociales.
Natalia, hija del fallecido artista Francisco Toledo, también llamó a la unidad para enfrentar este clima de inseguridad, por el que la tarde del lunes se registró la quema de dos sucursales de la cadena OXXO, presuntamente por el cobro de piso al que no accedieron sus encargados.
“Necesitamos buscar una solución entre todos. Juchitán es un pueblo heroico, unámonos para combatir la delincuencia, venga de donde venga”, fue el mensaje de la autora y diseñadora, quien recordó su última visita a la comunidad.
“Hace poco fui a Juchitán, diría que por compromiso, pero no, fui porque mi corazón ya no aguantaba más en este exilio obligado por la violencia. En cuanto atravesé la línea, que no se ve pero se siente cuando recibes ese calor único, empecé a sonreír, porque había llegado a mi lugar favorito en el mundo. Mi cuerpo tiene memoria, de aquí soy, aquí he sido muy feliz y aquí quiero que me entierren”.
Durante su estancia, Natalia volvió a sentirse en confianza: “me subí a los mototaxis, olvidé todas las recomendaciones de seguridad que me dan mis amigos de allá y de aquí”.
“No debería sentirme amenazada en el pueblo que me vio nacer; de aquí es todo lo que soy. La gente en su mayoría, es buena y trabajadora. Pero me han contado que hoy, hasta a las señoras que venden en el mercado les piden cuota. ¡¿Qué no ven que apenas si ganan para comer con sus hijos al día?!”, exclamó la poeta.