En un nuevo y brutal episodio de violencia política en México, Martha Laura Mendoza Mendoza, alcaldesa de Tepalcatepec, Michoacán, fue asesinada este martes 17 de junio en un ataque directo perpetrado en la plaza principal del municipio. Junto a ella fue ejecutado su esposo, mientras que su hijo resultó gravemente herido. Hasta el momento, su estado de salud es incierto. De acuerdo con información preliminar obtenida por medios nacionales.
El hecho ocurrió en plena luz del día, a la vista de testigos que presenciaron cómo un grupo armado abrió fuego contra la familia al momento de salir de su domicilio. El crimen ha conmocionado a la comunidad y ha encendido las alarmas sobre la creciente inseguridad. Así como el poder del crimen organizado en la región.
POSIBLES NEXOS CON EL CRIMEN ORGANIZADO
Fuentes consultadas por Infobae México revelaron que Mendoza Mendoza presuntamente tenía vínculos familiares con Juan José Farías, alias “El Abuelo”. Uno de los líderes de Carteles Unidos, una de las organizaciones criminales que opera con fuerza en la región de Tierra Caliente.
Además, la presidenta municipal era investigada por presunto lavado de dinero en beneficio de dicho grupo delictivo. Esta línea de investigación cobra relevancia tras su asesinato. El cual podría estar vinculado a disputas internas o ajustes de cuentas dentro del crimen organizado.
ESCALADA DE VIOLENCIA POLÍTICA EN MICHOACÁN
La noticia fue confirmada por Guillermo Valencia, presidente del PRI en Michoacán, a través de su cuenta oficial en X (@MemoValenciaR), donde escribió:
“Me confirman que acaban de asesinar a la presidenta municipal de #Tepalcatepec, fue un ataque directo a ella y a su esposo al salir de su domicilio.”
Valencia también denunció que con este hecho, ya suman seis alcaldes asesinados en lo que va de la actual administración estatal. Un dato que ilustra la peligrosa situación que enfrentan los funcionarios públicos en zonas controladas —o disputadas— por el crimen organizado.
CUANDO EL PODER POLÍTICO Y EL CRIMEN SE FUSIONAN
La ejecución de Mendoza Mendoza vuelve a poner en el centro del debate la infiltración del crimen organizado en las estructuras municipales de México. Tepalcatepec es una de las regiones más conflictivas de Michoacán, donde cárteles rivales como Los Viagras, el Cártel Jalisco Nueva Generación y Carteles Unidos se disputan el control del territorio.
La muerte de una autoridad municipal no solo representa una tragedia personal y política, sino también un fracaso del Estado en su misión de garantizar gobernabilidad y justicia. La ciudadanía queda en medio de un conflicto en el que los límites entre autoridad legítima y crimen se desdibujan peligrosamente.
IMPUNIDAD Y SILENCIO: UNA CONSTANTE
A pesar de los múltiples asesinatos de alcaldes y funcionarios en México, la mayoría de estos crímenes quedan impunes. La falta de resultados en las investigaciones y la nula protección para quienes ejercen cargos públicos en zonas de riesgo consolidan un clima de miedo, intimidación y colapso institucional.
Este asesinato no puede ser reducido a una estadística más. Es un llamado urgente a revisar las políticas de seguridad, la relación entre el poder local y el crimen, y la responsabilidad del gobierno estatal y federal ante una violencia que no da tregua.
UNA NACIÓN HERIDA
El asesinato de Martha Laura Mendoza es un espejo de la descomposición institucional que vive México en muchas de sus regiones. Gobernar en zonas de influencia criminal se ha convertido en una sentencia de muerte. Mientras la violencia siga premiando el silencio y castigando la ley, el Estado mexicano continuará cediendo terreno al crimen.
La sociedad, por su parte, debe exigir justicia no solo para esta familia destrozada, sino también un cambio estructural que recupere la dignidad y seguridad del servicio público.