De los pocos estados del país que conservan órganos históricos, Oaxaca es de los más importantes y con el mayor número de ellos en el país, con al menos 72 catalogados, que representan varios siglos de tradición musical.
Así lo aseguró la directora del Festival Oaxaca Barroca en su V emisión, Soledad Hernández Méndez, en el marco de la ponencia “La música de los órganos históricos de Oaxaca”.
En el aula magna del Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), Hernández Méndez resaltó la importancia de conservar este tipo de instrumentos, tesoro de los oaxaqueños y parte del patrimonio cultural.
Al hablar de éstos, afirmó que muchos se encuentran en buenas condiciones, pero otros más requieren de una pronta restauración, así como músicos que deben formarse para avivar la tradición y su esplendor.
Aunque Oaxaca tenía un mayor número de órganos, además de los 72 catalogados, con el paso del tiempo algunos fueron destruidos y solo quedaron las cajas, los tubos o algunos detalles de los mismos.
Señaló que algunas comunidades desconocían que tenían órganos y éstos fueron echados a la lumbre, pensando que ya no servían o no representaban algún valor histórico. En otros casos, se convirtieron en parte de un retablo, fueron ocupados como confesionarios, desmontados para que la madera fuera utilizada como mesa o llevados por coleccionistas extranjeros.
Al señalar que, de todo el estado, la Mixteca alta y baja representa la zona donde hay más órganos, la especialista resaltó que afortunadamente hay varias comunidades que aún conservan los órganos y saben del valor histórico.

Importante y necesaria millonaria inversión
La directora de la V emisión del Festival Oaxaca Barroca, resaltó además que para hacer la intervención necesaria en los órganos del estado, es importante que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dé su anuencia y se cuente con el apoyo de personas con conocimiento que determinen cómo serán esos procesos de restauración.
También se requiere de las autoridades gubernamentales y del permiso del clero o la Iglesia, así como encontrar el recurso económico para restaurar los instrumentos, lo cual representa lo más complicado, porque se estima una inversión de aproximadamente un millón de pesos.
Afortunadamente las comunidades han valorado su patrimonio y han pasado por estas contribuciones, juntándose con fundaciones o asociaciones, la iglesia y el INAH para que se restauraran 11”, expuso.
Como parte de este proceso, debe contarse además con un organero calificado y de corte artesanal, para que no quede como una producción masiva y no se le quite el alma al instrumento.
Además de señalar que los estados que cuentan con órganos históricos son Michoacán, Tlaxcala, Puebla y el Estado de México, Hernández Méndez resaltó que a principios del Siglo XIX ya no se escuchaban los órganos como en el siglo XVII y XVIII.
Destacó el caso de Tlacochahuaya, en 1910 con en el periodo de la Revolución Mexicana, “pues como en muchas iglesias, los carrancistas sitiaban las iglesias y dañaron la trompetería del órgano para hacer balas”.
Además, con el surgimiento de las bandas de viento, éstas empezaron a reemplazar a los órganos en las iglesias porque representaban menos costos y podían moverse con facilidad, en comparación con los órganos que debían mantenerse en las iglesias.
Se sumó que ya no había mucho dinero en las cofradías o las cajas para el mantenimiento a los fuelles y para el pago de los músicos organeros, que decidieron formar parte de las bandas de viento ante esta transición.
A la fecha, se cuenta con 15 organistas oaxaqueños, entre aprendices y consolidados, que saben de la importancia que es tener un órgano en una comunidad, que antes representaba un estatus social y ahora un orgullo en la valoración del patrimonio.
Por eso en el Festival se busca hacer conferencias y conciertos didácticos para que la gente empiece a valorar los instrumentos que representan varios siglos de tradición musical”, destacó la directora, luego de afirmar que en Oaxaca la tradición musical está presente.