A raíz del uso indiscriminado de atrios de templos como el de Santo Domingo de Guzmán, en la ciudad de Oaxaca, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) acordó con los gobiernos estatal y municipal acatar la normatividad, tanto la que estipula la ley federal sobre monumentos y zonas arqueológicos, artísticos e históricos como el reglamento de aplicación del Plan Parcial del Centro Histórico.
En estos se señala que bienes históricos como los templos y sus atrios son de competencia federal, por lo que de efectuarse alguna actividad que no sea religiosa se tendrá que pedir el permiso de uso al INAH.
El que puede otorgar una autorización para alguna actividad es el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Sin embargo, para uso religioso no tendría por qué pedir permiso porque para eso fue concebido ese espacio (atrio)”, explicó Raúl Pacheco Pérez, arquitecto perito de la sección de Sitios y Monumentos del Centro INAH Oaxaca.
En 2023, varias actividades organizadas por el gobierno se realizaron en el atrio del templo de Santo Domingo de Guzmán y su fachada, pero sin solicitar el permiso correspondiente al INAH y sin siquiera avisar de ello al párroco del templo, representante de la institución posesionaria del mismo, por lo que las actividades al interior del templo se vieron afectadas.
Por atención se le tiene que solicitar también cierto permiso al posesionario del bien porque finalmente es responsable de lo que sucede. Y a pesar de que él (el párroco) dijo que no se podía, lo hicieron (el concierto)”, refirió Pacheco.
En otros años, el atrio también ha sido usado por televisoras para grabar programas.
El funcionario del INAH explicó que para el caso de los atrios ya hubo reuniones con autoridades de los órdenes municipal y estatal para que no se comentan arbitrariedades como las ocurridas con el concierto que el estado organizó en el atrio de Santo Domingo o el acto de disculpa pública que este y la federación efectuaron ahí en ese mismo año.
A raíz de los últimos acontecimientos que se han dado en el atrio de Santo Domingo se ha buscado la manera de que los tres órdenes de gobierno nos coordinemos porque es un área federal. No es un área pública como la calle y no es el fin de ese espacio (de albergar actos políticos)”.
