Abierto al público en 1988, el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) mantiene vivo el legado del fallecido artista zapoteco Francisco Toledo (1940-2019). Este 29 de noviembre, el IAGO, la primera de las instituciones culturales que abrió el autor en la capital del estado cumple 35 años.
Hasta hace un año, el aniversario se consideraba el 28 de mes, pero el hallazgo de una invitación para la apertura del instituto, la dirección del mismo se percató que en realidad fue el 29.
En lo que fue su casa, en la calle Macedonio Alcalá y frente al ex convento de Santo Domingo, Toledo no solo abrió las puertas al público sino que compartió con él su biblioteca, la cual se fue incrementando con las de otros artistas y donatarios. Ahora son más de 60 mil libros los libros especializados y de estantería abierta, cuenta Hazam Jara, director.
Jara detalla que “el IAGO es la biblioteca de estantería abierta más grande de América Latina dedicada a las artes gráficas”, en donde no solo se cuenta con más de 60 mil volúmenes especializados en arte y literatura. También: un museo, una colección gráfica del acervo Toledo-INBAL, el taller El Alacrán, talleres de diversas disciplinas, presentaciones y conciertos.
Además, desde el año 2021 y tras sobreponerse a la crisis que implicó la pandemia, se desarrolla el programa IAGO en tu comunidad, con actividades en otras comunidades del estado.
En el museo, se han expuesto obras de artistas como Shinzaburo Takeda, Paula Rego, Erasto Cortés, Giovanni Battista Piranesi, Jan Hendrix, Leopoldo Méndez, Marc Chagall, Pierre Alechinsky, Rufino Tamayo, Fernando Aceves Humana, Pablo Picasso, Giorgio de Chirico, Francisco de Goya, José Guadalupe Posada, el propio Toledo, entre otras figuras de reconocimiento internacional.
Pero también las obras de artistas jóvenes o emergentes y las creaciones de la Bienal Internacional de Cartel Oaxaca, que se ha enfocado en motivar la creación en torno a problemáticas sociales o la demanda de justicia.
En 2015 Francisco Toledo donó este instituto a la federación, por lo que desde entonces es parte de la red del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y opera con presupuesto federal. Sin embargo, sigue el trabajo con la asociación civil Amigos del IAGO y del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, que dirige Sara López Ellitsgaard, hija del fallecido autor.
Sin embargo, este sitio también ha sido la base o el inicio de la promoción y gestión cultural del también activista. Como él se han desarrollarlo la biblioteca IAGO de avenida Juárez y la biblioteca Jorge Luis Borges. Asimismo, la Fonoteca Eduardo Mata, el cineclub El Pochote, el Centro de las Artes de San Agustín y el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB).
Exposición de aniversario
Por el aniversario 35 del IAGO, en su museo se encuentra la exposición “Procesos”, con decenas de piezas de gráfica de su fundador. “Cuando hablábamos con la familia (de Toledo) sobe la exposición se hacía la analogía del proceso de una pieza artística y el que ha sufrido el IAGO en estos 35 años, que ha habido que hacer ajustes”.
En los pasillos del instituto también se exponen los materiales que sus otras iniciativas han generado en los últimos años, por ejemplo, los de la Bienal Internacional del Cartel Oaxaca.
