Además de los millones de pesos que ha costado la crisis de la basura para varios municipios conurbados de Oaxaca, las protestas y procesos sancionadores son otros de los problemas que arrastran municipios como Oaxaca de Juárez Xoxocotlán y Zaachila, que han tratado de llevar sus residuos a otros poblados, han habilitado tiraderos temporales o habilitado rellenos sin seguir la norma.
De la zona conurbada del estado y entre los principales generadores de desechos han estado la capital y Santa Lucía del Camino, municipios a los que la crisis les ha costado más de 172 y 15 millones de pesos, respectivamente.
En el caso de Oaxaca, han sido al menos dos procesos sancionadores y multas por parte de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Oaxaca (Propaeo). Así como sanciones como la impuesta por San Pablo Etla en noviembre de 2022, que de 5 millones la bajó a 320 mil para liberar los 9 camiones recolectores retenidos.
Los problemas con vecinos del fraccionamiento Valle Esmeralda también han sido parte de esta crisis, pues en noviembre exigieron al ayuntamiento retirar los residuos del basurero temporal que este habilitó en el cuartel inconcluso a orillas del río Salado.
Y aunque desde ese mes una de las principales soluciones temporales al problema ha sido el envío de desechos a otros estados, la crisis supera el costo de los 172 millones de pesos.
Pero este no ha sido el único municipio con problemas financieros y sociales ligados a la crisis. Santa Lucía del Camino ha desembolsado más de 15 millones desde julio de 2022 (pues a diferencia de otros no tuvo prórroga para usar el tiradero de Zaachila) y sumado a ello la autoridad local tuvo que imponer multas para evitar el abandono de desechos en su jurisdicción.
Si bien ha tratado de sortear la crisis con el depósito de desechos en otros lugares, aún se desconoce el destino de los mismos.
Lo mismo que los desechos de Xoxocotlán, que en los primeros meses de la crisis se levaban a predios particulares en otros poblados, pero que por las protestas tuvo que dejar de hacerlo. Sin embargo, aparecían tiraderos clandestinos en su zona.
En agosto de 2022, un grupo de habitantes de San Jerónimo Zegache protestó contra el ayuntamiento de Xoxocotlán por llevar sus residuos a un predio particular de Zegache.
En octubre de 2022 se presentó una protesta en el crucero de la Ex Garita por parte de habitantes del mismo municipio de Xoxocotlán, que exigían al ayuntamiento garantizar la recolección ante el abandono de desechos en espacios públicos y vialidades cercanas a sus domicilios.
El Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca ha señalado en diversas ocasiones hipótesis de que los desechos de estos municipios u otros afectados por el cierre del que operó en Zaachila terminan en Atzompa, Ocotlán u otros pobladores con rellenos.
Por su parte, la propia autoridad de Oaxaca de Juárez ha dicho que a partir de la recolección hecha por particulares en otros municipios conurbados, la basura de estos terminaba en el playón del Atoyac, donde los recolectores tuvieron su tiradero clandestino.
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