Como una anarquía, así ha calificado el arquitecto Gerardo Corres Tenorio a causa de que el centro histórico de la ciudad de Oaxaca se haya “degradado” en los últimos años. Y ante lo cual opinó que es necesaria “una declaratoria de contingencia”.
Sobre esta parte de la ciudad que junto con la zona arqueológica de Monte Albán es patrimonio mundial, el integrante del Consejo Consultivo del Centro Histórico explica que el deterioro se debe a varios factores, pero principalmente la “falta de atención de la autoridad” hacia un espacio que no solamente tiene valor cultural sino es “uno de los principales motores de economía” de la urbe.
El año pasado lo advertimos al cabildo”, dijo Corres sobre el órgano de carácter honorario y que representa a la sociedad ante asuntos como el uso del centro histórico.
En las últimas semanas y meses, un grupo organizado de vecinos del jardín El Pañuelito también ha denunciado la presunta complicidad de la autoridad con las organizaciones de comerciantes que se instalan en el espacio público a través de expo ferias artesanales, verbenas y otros eventos. Incluso, con algunas pruebas ha denunciado que lo que debería de cobrarse por derechos de uso de suelo por comercio en vía pública no llega al municipio.
Ahora, Corres Tenorio también critica el que “se abuse de la vía pública por disposición de regidores y el mismo cabildo”, cuando el uso de este también es una decisión que implica a la Dirección del Centro Histórico. “E incluso algunas autorizaciones deberían contar con la opinión del consejo consultivo y en ningún momento nos han solicitado esa opinión”.
No puede ser que se distribuyan espacios por componendas y negocios como tal”, agregó Corres, quien también fue funcionario municipal en materia de centro histórico hace aproximadamente 10 años.
Como esto, señaló que el comercio en vía pública es uno injusto si se compara con el establecido, además de que “agrede la imagen urbana y deteriora el paisaje histórico”.
Corres consideró que para estas expo ferias, verbenas e incluso las ferias organizadas por las propias autoridades carecen del permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), pero que este también ha sido omiso y “solo se limita a decir que no se hace el correcto” para delegar “la responsabilidad al municipio”.
Me preocupa lo que está sucediendo en el Llano, de haber dado autorizaciones para la feria de los antojitos (renombrada después), donde se colocaron estructuras con cubiertas. Documenté una gran cantidad de ramas cortadas para meter las estructuras.
¿Qué va a pasar con las aguas residuales, los aceites, los olores afectan a la flora y fauna de este pulmón de la ciudad… Todo afecta y altera el hábitat urbano. Precisamente se había logrado despejar el Llano moviendo la feria del Mezcal. Si hay un recinto como tal (Centro Gastronómico) deberíamos ocuparlo y dejar que la ciudad respire, que la puedan administrar los turistas”.
Aunado a ello, el especialista refiere que también se ha mantenido y tolerado el uso indiscriminado de azoteas para fines comerciales y de giros negros.
Todo sin ningún permiso, sin ninguna autorización, todo tolerado. Es una discriminación al uso del suelo, es una anarquía, murales por todos lados.
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