Con cerca de 600 millones de pesos, y a casi seis años de los últimos sismos con más estragos en el estado, los de 2017, el Instituto del Patrimonio Cultural (Inpac) proyecta rehabilitar más de 200 inmuebles con recursos federales tras la firma de un convenio y reasignación de recursos.
Hasta 2022, se habían reportado 829 bienes (entre zonas arqueológicas e inmuebles históricos, artísticos y de otro valor) afectados por los terremotos de septiembre de 2017, febrero de 2018 y junio de 2020.
En el 2017, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) había contabilizado 587, pero de estos seguían pendientes de reconstrucción 220, explicaba en abril de este año Fernando Molina Herbert, titular del Inpac, a este medio. Y adelantaba que para seguir los trabajos solamente se podía acceder a fuentes federales, con el Plan Nacional de Reconstrucción.
A partir de ello, se pretende atender más de 200 bienes en este año con dos fuentes de financiamiento, explicó Molina. Primero con una reasignación de recursos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por un monto de 550 millones de pesos. El otro monto a emplear es el de un convenio firmado el 2 de junio con la dirección de Sitios y Monumentos, con aproximadamente 49 millones de pesos.
Te puede interesar: Personas con discapacidad, olvidados de políticas públicas ante sismos
Con los aproximadamente 550 millones reasignados, Molina señaló que se pretende restaurar 160 o 161 inmuebles, mientras que con los 49 millones del convenio se atenderán 41 bienes. En ambos casos se tratan principalmente de templos religiosos, casas de cultura y palacios municipales.
En algunos casos son históricos por ley (la de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos) y otros no”, apuntó Molina sobre inmuebles ubicados en todo el estado, con excepción de la Cañada.
Uno de los bienes que se contempla restaurar con la partida de los 550 millones es el templo de los Siete Príncipes. En este inmueble el mayor de los daños se aprecia en uno de sus campanarios, junto al área del exconvento.
En diversos momentos, como en abril de este año, el templo ha tenido acordonamientos para evitar riesgos. Sin embargo, al operar en su ex convento la Casa de la Cultura Oaxaqueña, el peligro es latente del lado del campanario.
Te puede interesar: Requiere alerta sísmica de 14.1 mdp en mantenimiento
