“Tuyo es mi corazón oh sol de mi querer” Estas palabras deberían ser dichas a las compañeras o compañeros todos los días, ¡Felicidades querida lectora, amigo lector, con motivo de la Navidad para usted y sus familias!
Mis mejores deseos al señor Gobernador Ingeniero Salomón Jara Cruz, por un año próximo de excelente gobierno y porque tenga la fuerza y sabiduría que se necesita en una entidad tan compleja como lo es Oaxaca.
En estas fechas tan cristianas, tan bíblicas, me llega a vuelta de memoria, el Antiguo Testamento, precisamente El Libro de los Reyes, en donde se relata la vida de tres de ellos, como monarcas de las doce tribus de Israel: Saúl, David y Salomón el más poderoso de ellos, y constructor del templo que lleva su nombre desde el cual se han generado múltiples relatos, al grado que me atrevo a decir que su memoria sigue viva en muchos países. En ese tema, debemos recordar los nombres dados al Pueblo de Israel y a mi juicio que son hebreos, judíos e israelitas, hebreos por su origen étnico, judíos por su religión, e israelitas por su nacionalidad.
En efecto el país Israel creo recordar que se constituyó en el 1948, su fundador y primer Jefe de Estado fue David Ben Gurión. En ese orden de ideas, es preciso recordar que los nombres Jesús, María y José son de origen judío y las religiones cristianas, en la cual se debe incluir a la católica, tiene su origen precisamente en la religión judía. El Cristianismo nace con Jesús de Nazaret, quien al preguntarle el pueblo de Judea cómo debía rezar al nuevo Dios que predicaba, el Nazareno les dio a conocer a lo que yo llamo la Oración de Oraciones, El Padre Nuestro.
Padre nuestro que estás en el cielo,
Santificado sea tu Nombre;
Venga a nosotros tu Reino;
Hágase tu voluntad
En la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
Perdona nuestras ofensas,
Como también nosotros perdonamos
A los que nos ofenden;
No nos dejes caer en la tentación,
Y líbranos del mal. Amén. Así sea.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.
