Ubicados en el municipio de Santa María Atzompa, la zona arqueológica zapoteca y su museo de sitio cumplen hoy cinco años de haberse abierto al público. Meses antes, en mayo de ese mismo año, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontraron una tumba prehispánica de aproximadamente 1, 200 años de antigüedad.
Este lunes, el complejo monumental, constituido por 18 espacios, y su museo comunitario celebran su quinto aniversario. Un recorrido guiado y la inauguración de una muestra temporal son las actividades que la Secretaría de Cultura federal, a través del INAH, ha organizado para la jornada.
A las 10:30 horas, comienza el recorrido por el área que comprende cuatro kilómetros cuadrados y más de 18 espacios, entre terrazas con montículos, templos, tres juegos de pelota y un adoratorio.
Más tarde, a las 13:00 horas, se inaugura la exposición Memorias de Atzompa: una década de investigación, conservación y gestión comunitaria, en el museo comunitario que se ubica en la entrada de la zona.
Tanto el complejo como el museo abrieron el 18 de septiembre de 2012; la zona arqueológica es considerada una ciudad satélite de Monte Albán y se estima que fue ocupada entre los años 650 y 900 d. C. Abarca cuatro plazas y de los tres juegos de pelota que tiene, uno de ellos es el segundo más grande del estado (con 45 metros de largo, aproximadamente).
Por su parte, el museo cuenta con una colección de 140 piezas halladas en la zona y que incluye varias cerámicas, algunas de las cuales son ollas de grandes dimensiones.
Atzompa, la comunidad zapoteca en que están la zona y el museo, es reconocida por su actividad alfarera, que mantiene desde tiempos prehispánicos. Asimismo, se ubica a pocos kilómetros de la ciudad de Oaxaca.
Para llegar a la zona y el museo se usa la vía que, a decir del INAH, usaron los zapotecos en la época prehispánica; “se trata de una escalinata que conduce a una especie de pasillo, flanqueado por el Edificio 16, que debió ser utilizado para vigilar el área, y la fachada poniente de la Casa de Oriente”.
