Por: Yael Alexander Victoria González
Hoy les voy a platicar de una actividad artística que inicié en septiembre del año pasado y que ha sido fascinante para mí: aprender a tocar piano. Me inscribí al Programa de Iniciación Artística de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, UABJO y les platico que el pasado martes culminamos el primer semestre Ángel Yibán Ruiz Osante, Valeria Dolores Rojas Vargas y yo.
Desde más pequeño siempre había tenido la inquietud de tocar un instrumento, primero decía que la batería, luego que el bajo eléctrico, pero finalmente me animé por el piano y creo fue la mejor decisión, ya que es un instrumento integral, que maneja las octavas completas para desarrollar de manera fluída y cómoda la técnica para la ejecución de pequeñas y grandes obras.
En la clausura de fin de semestre, mis compañeros y yo, tuvimos la oportunidad de ofrecer un recital para mostrar lo visto durante las clases que nos impartió nuestro instructor, Kevin Abraham Clemente Alvarado.
Cada uno interpretamos tres piezas: Ángel ejecutó Tambores Indios, Escalando y Melodía. Lolita nos deleitó con Un mensaje, Campanas y Lluvia y mi participación fue con Barquito de papel, El pato y la rana y Veleros; piezas que disfruté mucho tocar al estar en el escenario y ante un exigente público como son nuestros familiares y directivos de la Facultad de Bellas Artes.
La verdad es que me he sentido muy bien con el aprendizaje de este majestuoso instrumento, ya que me ha ayudado en el aspecto neuropsicológico, emocional y psicomotor.
El piano tiene la virtud de activar de manera natural los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro, puesto que para su ejecución debes utilizar las dos manos, las cuales están coordinadas con cada área del cerebro. El piano desarrolla el aspecto intelectual y analítico debido a su técnica de ejecución tan exigente, y además desarrolla el lenguaje no verbal de las emociones, las cuales son tan necesarias para transmitir el sentimiento en la interpretación de cada pieza. Esto lo va uno descubriendo poco a poco, porque aquí entre nos, yo estudio piano por la pasión y gusto de ejecutarlo.
BENEFICIOS DE EJECUTAR EL PIANO
1.- El piano y la neurociencia
El aprender la música tiene impacto en las emociones, concentración y en la memoria.
2.- El aprendizaje del piano y el estrés
Disminuye los niveles de estrés considerablemente. Libera las angustias de manera significativa. Ayuda a fomentar la emoción de la felicidad, así como un sentimiento de plenitud y tranquilidad. Te mantiene con menos agotamiento físico y buen humor.
3.- Perseverancia y disciplina
Para aprender piano en un conservatorio, o de manera particular con un profesor, hay que ser pacientes. Para ser un buen pianista, hay que estudiar entre 10 y 12 años.
4.- Aprender piano y el aspecto psicomotor
La coordinación al ejecutar el piano se da entre cerebro, vista y manos.
5.- Ejecución del piano y la lectura
Favorece el desarrollo de la lectura al leer la partitura, y esto repercute en la lectura formal. Facilita la comprensión rápida de las matemáticas, ya que al momento de ejecutar el instrumento se tiene que estar en el compás y contar internamente los pulsos ejecutados.
6.- El piano y el desarrollo cultural
Al estudiar piano se estará en contacto con un amplio repertorio proveniente de todas partes del mundo, sobre todo de Europa, y ese repertorio contiene siglos de cultura e historia. Se estudia también al autor y su contexto, la historia y evolución del instrumento.
7.- El piano y el desarrollo de la sociabilización
El estudiante de piano, convive con sus compañeros de grupo y además, se va preparando para tratar con el público al momento de los conciertos.
Como se ha podido ver, el estudio del piano tiene implicaciones en el desarrollo de muchas áreas de nuestro cerebro y habilidades.
