En los procesos sociales la indiferencia se puede considerar una de las peores actitudes que pueden adoptar los ciudadanos ya sea por miedo, desconocimiento, desconfianza, falta de organización o por temer a la represión.
En vez de actuar para demandar y luchar por lo que es de todos, se convierten en indiferentes de tal suerte que los hombres del poder hacen lo que se les pega la gana e imponen el modelo para usarlo en su beneficio y para hacer sus negocios privados utilizando los bienes nacionales y los fondos públicos como lo hacen en las grandes inversiones de infraestructura que terminan después de construidas, en manos de unos cuántos pillos a nivel de concesiones.
Los bancos y las financieras, utilizan los ahorros de los ciudadanos para hacer sus negocios privados y hay que entender que los bancos no tienen dinero propio, utilizan el dinero de todos para especular y jugar con los intereses y los fondos de inversión se cotizan a precios bajos para que ellos usen ese dinero para préstamos de largo plazo y de altos intereses.
Por medio de los bancos y financieras, se lavan los miles de millones de dólares que se generan por la delincuencia organizada en el tráfico de gentes y mercancías, en el de armas, drogas, precursores químicos, tráfico de tecnología, comercio ilegal, en fin, ellos, bancos y banqueros son los que reciclan a la economía los recursos donde los dueños del dinero pagan altas primas y comisiones para que queden como inversiones normales y legales.
En los bancos están también los miles de millones de dólares que se fugan de los fondos públicos por medio de la corrupción y los pagos de moches en las operaciones financieras o de obras y compras del gobierno federal, estatal o municipal, es decir, los grandes corruptos tienen a los bancos y banqueros para que sean sus prestanombres y oculten sus recursos y los genere a su favor cuando ellos los necesitan.
Por ello, sufrimos todos los ciudadanos y nos quedamos indiferentes con el cuento de que no se puede pelear contra el gobierno, contra los políticos, banqueros, financieros y hampones de la verdadera delincuencia organizada en el país, pero, si nos mantenemos indiferentes, cuando menos podemos indignarnos para motivarnos a protestar, denunciar y luchar por lo que nos pertenece y nos han robado con la complicidad de los políticos.
El triunfo de AMLO llevando de la mano a Morena se genera cuando la gente se muestra encabronada, desconfiada del poder, cuando llega al hartazgo y sale a la calle, ni siquiera con organización, sino con su fuerza de indignación con la convicción de votar por el hombre que ha luchado neciamente contra la mafia del poder, le dan su confianza y su fuerza por medio del voto que es de tal magnitud que arrasa las demás posiciones políticas de elección.
Aunque no se conociera a los candidatos o simplemente les importara un comino, el fenómeno AMLO alcanzó la fuerza suficiente para dar el triunfo incluso a gentes que jamás habían participado en las luchas sociales o a perfectos desconocidos que se arroparon con las siglas y la fuerza moral de Andrés Manuel.
El mismo movimiento fue rebasado, y ahora, tienen tal demanda de las gentes que se quiere afiliar a Morena “que es el escudo y la espada en la lucha popular” para que se integren más de un millón de solicitudes y siguen llegando más, y esto, supera la misma fortaleza de organización de Morena. Tienen que tener el manejo ordenado para construir el partido, pero el fenómeno de afiliación es tan fuerte que de momento los tiene paralizados.
Ahí se ve la fuerza y la entereza de Yeidkol Polenvsky, mujer de la total confianza de López Obrador y talentosa organizadora, con la lealtad de las contiendas tendrá que hacer un enorme esfuerzo para dar la base ideológica y programática, interpretando la filosofía de lucha, acción y cambio generada por López obrador a lo largo de los años de lucha donde pudo mostrar la fuerza, entereza y necedad para continuar, a pesar de las amenazas y los robos electorales que sufriera por muchos años con toda la fuerza del poder político y económico en su contra.
Así, tuvieron el valor de generar la gran transformación legal y sin violencia en el país que estaba a punto de incendiarse y contar con la fuerza popular que diariamente se nota en las calles y en las negociaciones de los equipos en los diferentes niveles de gobierno en una sucesión, no tranquila, sino compleja, porque sigue la enorme indignación de los ciudadanos que quieren y demandan cárcel y justicia en contra de los pillos que nos saquearon y robaron.
Todo esto, se tiene que hacer respetando la ley y sin trastocar el orden, para ello, la única arma que tiene Morena, es el liderazgo y la fuerza moral y política de AMLO, así que los equilibrios deben ser guardados con lujo de inteligencia y valor, evitando las provocaciones de los grupos que demandan sangre y resultados inmediatos sin ellos aportar nada en la construcción del nuevo modelo y la cuarta transformación nacional de México.
Así que cuando se tuvo la inteligencia de incorporar a los empresarios y comerciantes con algunos de los banqueros nacionales y la mediana aprobación de la banca internacional y agrupó la fuerza popular para su respaldo se puede llegar a la conclusión de que AMLO, logró lo mismo que Gandhi; un cambio sin violencia, y esperamos que este modelo continúe por el bien de todos…
