Tenores oaxaqueños que debes conocer
Grandes voces de cantantes de ópera que quizá no sabías que eran oaxaqueños
Luis Adrián a los seis años ganó su primer concurso como la voz de las Canteras, y a los 29 años obtuvo el título de la Voz… México. Se ha presentado en diferentes escenarios de Europa, México y Estados Unidos.
Es Licenciado en Idiomas, Diseñador Gráfico y tiene un título en Canto Clásico. En 2013 obtuvo el Premio Nacional “El Pergamino de Oro al mérito Andrés Henestrosa”.
Rodrigo Petate comenzó a cantar a los 8 años, formó parte del coro de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán. Ha destacado en el mundo de la ópera a nivel estatal, nacional e internacional. Se ha presentado en el Auditorio Guelaguetza, el Teatro Macedonio Alcalá, Álvaro Carrillo, Plaza de la Danza, y a nivel nacional: en el Auditorio Nacional, en la Arena de la ciudad de México, en la Sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes. A nivel internacional, en el Teatro Fox de Tucson Arizona, en The Yorke Trust Summer Opera Course, situado en el condado de Norfolk, Reino Unido, entre otros escenarios.
Edilberto Regalado es originario de Juchitán, Oaxaca, radica en Alemania desde 1997, pero visita frecuentemente México, para ofrecer recitales y conciertos de música mexicana y en lenguas originarias como zapoteco, mixteco y náhuatl. Su trayectoria artística iniciada en 1992 dio un salto en 1996, al participar en una audición en la ciudad de Nueva York en la que participaron 700 Cantantes de todo el mundo, obteniendo una Beca en el Opera Estudio de la Opera Zürich, para posteriormente irse a vivir a Alemania.
Jeser Gatica, recientemente triunfó en El Cairo Opera House, en Egipto, convirtiéndose en el primer tenor oaxaqueño en cantar en esa región. El joven de tan sólo 27 años a los 14 años tomó la decisión de dedicarse al mundo de la música. Cuando estaba en la escuela de Artes descubrió la ópera, con las melodías de la Ópera de Fausto. A los 17 años audicionó para la carrera de canto, en una escuela de la Escuela Superior de Música en la CDMX, pero no fue aceptado.
En su tercer intento, luego de aprender solfeo y canto, fue admitido en la escuela de música Ollín Yoliztli, donde compartió aulas con muchos oaxaqueños.
