En un mundo donde la inteligencia artificial avanza rápidamente, el legendario director japonés Hayao Miyazaki ha alzado la voz contra la animación generada por IA, considerándola carente de alma y profundidad artística. El cofundador de Studio Ghibli ha sido un defensor del arte tradicional y ha manifestado su rechazo hacia la automatización de la creatividad, argumentando que el arte genuino debe transmitir emoción y sensibilidad humana.
La polémica resurgió con fuerza cuando se viralizó un video en la red social X, en el que Miyazaki reacciona con evidente desagrado al observar una animación creada por IA. En el clip, una criatura de movimientos grotescos y vacíos aparece en pantalla, lo que provocó la contundente respuesta del director:
“No puedo ver estas cosas y encontrarlas interesantes. Quienquiera que las haya creado no tiene ni idea de lo que es el dolor. Me repugna profundamente.”
Esta no es la primera vez que el cineasta expresa su desdén por la tecnología en el ámbito artístico. En 2016, ya había mostrado su desaprobación ante otras muestras de animación automatizada, asegurando que “jamás querría incorporar esta tecnología a su trabajo”.

¿El arte en peligro?
Para Miyazaki, la animación generada por IA no solo representa una amenaza para los artistas, sino que también despoja al arte de su capacidad de transmitir emociones genuinas. En su visión, la automatización anula la intención del creador, reduciendo la imagen a un simple proceso técnico sin significado real.
La reciente actualización del generador de imágenes de ChatGPT, que permite la creación de ilustraciones inspiradas en estilos específicos, ha avivado la controversia. Muchos usuarios han utilizado esta herramienta para recrear escenas al estilo Studio Ghibli, lo que ha generado opiniones divididas: mientras algunos celebran la democratización del arte, otros consideran que es un intento vacío de imitar el trabajo de los verdaderos artistas.
Un legado basado en la artesanía
Desde la fundación de Studio Ghibli en 1985 junto a Isao Takahata, Hayao Miyazaki se ha mantenido fiel a una ética de trabajo artesanal. A diferencia de muchas productoras que han adoptado la animación digital, el director ha defendido el proceso manual, convencido de que “cada fotograma debe llevar la huella de una intención humana”.
Su postura no es una simple nostalgia, sino una filosofía de creación. Para él, la animación es un ejercicio de introspección, donde cada objeto, gesto y paisaje debe estar cargado de significado.
“Crear cosas espeluznantes es fácil”, afirmó Miyazaki. “Pero si no comprendes el dolor, todo lo que hagas estará vacío.”
¿El futuro del arte está en riesgo?
La discusión sobre el papel de la inteligencia artificial en la creatividad sigue abierta. Para algunos, la IA es una herramienta revolucionaria que abre nuevas posibilidades; para otros, es una amenaza que desvirtúa la esencia del arte. Mientras tanto, Hayao Miyazaki continúa defendiendo con firmeza la animación tradicional, recordándonos que el alma de una obra no está en la técnica, sino en la intención y sensibilidad del artista.