Con la idea de poder ayudar, compartir y hacer familia en cada localidad, especialistas en artes marciales de México y que recorren el mundo compartieron el pasado fin de semana parte de su legado “Una Sonrisa para el Corazón”, una actividad que reunió a más de 60 niños, jóvenes y padres de familia.
Lorenzo Guzmán, fundador de Taekwondo en la Mixteca, habló de estos 33 años de trabajo con esta disciplina, la cual le ha permitido recorrer el país y conocer “gente de mucho valor, admirable y que, sobre todo, hace comunidad y familia en cada sitio donde sembramos sonrisas”, explicó.
“Muy contento que estos grandes en artes marciales estén de visita en estas tierras y permitan conocer y difundir su filosofía, más con este trabajo con niños, jóvenes y padres de familia”, destacó.
Además, le externó su agradecimiento por este aprendizaje a los másteres José Vicente Muñoz Sampayo, Ju Jutsu Ryu México; Arturo Herrera Hapkido, Marc Arce Krav maga; Fernando Olvera, Esckrima 12 pares, quienes fueron parte de este curso intensivo de defensa personal y manejo de energía.
Uno de los padres de familia destacó que lo más rico de esta plática fue el valorar y hablar de lo importante de la unidad familiar, pilares y bases de una familia necesaria para todo desarrollo de un infante y un joven.
Dijo que es importante conocer las historias de personalidades tan destacadas en materia de seguridad, defensa personal y artes marciales que permitan ilustrar a las familias y, sobre todo, inspirar a niños, niñas y jóvenes.
Una mamá asistente dijo que ser parte de esta dinámica, más allá de la actividad física, motiva a la participación y que los niños sueñen con estas historias de vida de éxito, difíciles, pero, sobre todo, de mucha tenacidad que los han llevado a realizar cosas importantes.
“Es muy alentador escuchar a estas personas desde sus vivencias y cómo las artes marciales, desde la filosofía y valores, puede cambiar la vida de una persona para un cambio de trabajo y dedicación, más sensibles y humanos”, dijo.
Sofía Méndez, taekwondoína, expresó que, de estos dos días de trabajo, le queda de aprendizaje que la unidad hace la fuerza, que la gente debe de creer en sí mismos y que las cosas se deben trabajar para que ocurran.
“Los sueños son posibles, hay trabajo, constancia, disciplina y metas claras de las cuales, imprimiendo voluntad se forjan y no se regalan”, apuntó.
Finalmente, al término de las dinámicas teórica y prácticas en el tecnológico de Tlaxiaco, se entregaron reconocimientos, aplausos y felicitaciones tanto a maestros y a la gente que trabajó estos días aprendiendo técnicas y valores de las artes marciales más destacadas en el mundo.