En 2024, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un análisis exhaustivo de las cervezas 0 y bajas en alcohol disponibles en el mercado mexicano, en un contexto donde las bebidas con menor contenido alcohólico ganan popularidad entre los consumidores. Este estudio se centró en evaluar 19 marcas de cervezas, con el objetivo de verificar aspectos clave como la calidad, el cumplimiento de normativas y la autenticidad de los ingredientes, además de analizar el sabor y las preferencias de los consumidores.
LOS RESULTADOS DEL ESTUDIO
Los resultados del análisis revelaron diferencias importantes entre las marcas en cuanto a valores nutricionales, etiquetado y la fidelidad de sus declaraciones. La Profeco subrayó que la información proporcionada por los productos no siempre fue precisa y, en algunos casos, no cumplía con las regulaciones mexicanas. Un ejemplo claro de incumplimiento fue el caso de la cerveza Mahou “Cerveza sin alcohol”, que utilizó el término “cerveza” en su etiqueta, pero al no cumplir con el requisito de contener al menos 2% de alcohol por volumen, se clasificó en realidad como una bebida no alcohólica, contraviniendo la NOM-199-SCFI-2017.
Además, algunas marcas presentaron fallas en los símbolos de las unidades de medida en sus etiquetas, utilizando mayúsculas cuando las Normas Oficiales Mexicanas especifican el uso de minúsculas. Este fue el caso de símbolos como “ML” o “ALC. VOL.”, lo que puede generar confusión entre los consumidores. Por otro lado, la etiqueta de la cerveza Corona Cero contenía errores en la declaración nutrimental, al no cumplir con la NOM-051-SCFI/SSA1-2010, lo que representa una inconsistencia en la información proporcionada al público.
CONSEJOS A CONSUMIDORES
Frente a estos hallazgos, la Profeco aconsejó a los consumidores leer detenidamente las etiquetas de las bebidas que elijan, especialmente en cuanto al contenido de alcohol, la fecha de consumo preferente y los ingredientes, para evitar riesgos, como alergias. La institución también resaltó la importancia de distinguir entre “cerveza baja en alcohol” y “bebida no alcohólica”, ya que las bebidas con menos de 2% de alcohol no pueden ser etiquetadas como cerveza según las regulaciones. Asimismo, hizo énfasis en que, aunque algunas de estas bebidas afirmen tener bajo contenido calórico, este beneficio es relativo en comparación con el producto original.
La Profeco también recordó que el consumo de estas bebidas debe ser moderado y responsable. Aunque son una opción atractiva para quienes buscan una alternativa con menor contenido alcohólico, aún pueden contener azúcares y aportes energéticos que impactan en la dieta, por lo que se debe considerar su consumo en el marco de los hábitos y necesidades personales. Además, se destacó la importancia de no consumir estas bebidas si se va a manejar, durante el embarazo o en menores de 18 años.
EN FORMA DE RESUMEN
El estudio de la Profeco subraya que, aunque las cervezas 0 y bajas en alcohol se perciben como opciones más saludables, su consumo debe ser realizado con responsabilidad. La recomendación de adquirir estos productos en comercios establecidos también es clave para evitar riesgos sanitarios.
En cuanto a la elaboración de la cerveza, el estudio detalló el proceso tradicional que abarca el malteado, la molienda de cereales, la maceración, la fermentación con levaduras, la maduración y filtración, y la pasteurización para su consumo. Sin embargo, la Profeco dejó claro que, independientemente de su contenido alcohólico, el consumo de cerveza sigue asociado con riesgos para la salud, por lo que las alternativas con menor contenido de alcohol son una opción cada vez más popular entre quienes buscan moderar su ingesta.