La supervisión médica, el autocuidado, la alimentación balanceada, así como practicar ejercicio, son indispensables para que las mujeres tengan un embarazo saludable.
Fausto Moisés Coronel Cruz, jefe de Unidad de Obstetricia y de Medicina Materno Fetal del Hospital General de México Eduardo Liceaga, aseguró que el aumento de peso de más de 15 kilogramos durante el embarazo, puede provocar diabetes gestacional.
Recalcó que este padecimiento pone en riesgo la salud de la madre y del bebé y no tener los cuidados necesarios para llevar a cabo un embarazo saludable, puede también provocar preeclampsia.
El galeno señaló que es normal que durante los primeros tres meses, el peso de la madre se mantenga e incluso disminuya; posteriormente, el incremento mensual debe ser de entre 750 gramos y kilo y medio, de manera que al final de esta etapa sea de entre 12 y 15 kilos
La atención de un nutriólogo, dijo, es importante para ajustar la dieta de acuerdo con la actividad física y la rutina diaria, así como el sitio donde reside.
Subrayó que las embarazadas tienen elevación en la fusión metabólica, por lo que el aporte calórico que reciben se consume con mayor rapidez y es vital que desayunen, hagan una colación como puede ser yogur o una fruta o una barrita de cereal; la comida, otra colación y cena. Se deben evitar ayunos por más de tres horas.
Para reducir o evitar las infecciones en vías urinarias y el estreñimiento, añadió, se deben ingerir mínimo tres litros de agua al día. Y aseguró que durante la gestación, las mujeres pueden realizar ejercicio de bajo impacto, como bicicleta estacionaria, natación, ejercicio aeróbico, cursos psicoprofilácticos o caminata en dos periodos de 10 a 15 minutos diarios.
Habló del ultrasonido como herramienta para tener bajo supervisión a la madre y al bebé, sobre todo para detectar posibles enfermedades, problemas físicos, síndromes o malformaciones.
Coronel Cruz detalló que una de cada tres mil mujeres que gestan entre los 20 y 30 años de edad, una de cada mil 500 que se embaraza entre los 30 y 40, y una de cada 650, a los 40 años y más, tiene un bebé con algún síndrome o malformación.
Para detectar alguna alteración de cromosomas, la embarazada se debe realizar un ultrasonido entre las semanas 11 y 13 y uno más entre la 18 y 24, con una revisión detallada del feto. Un último estudio de este tipo entre las semanas 34 y 36, para definir el estado de salud del producto.
Finalmente, Fausto Moisés Coronel comentó que los primeros tres meses de gestación son los más delicados, porque se lleva a cabo el proceso de organogénesis, es decir, formación en el que todas las acciones o actividades que se efectúen pueden repercutir en la salud del bebé.