Este 28 de julio se conmemora el día mundial contra la hepatitis, enfermedad que ataca el hígado y puede ser mortal en caso de no tratarse a tiempo y con las debidas medidas.
Al respecto, existen muchos tipos de hepatitis de los que debemos tener cuidado; cada uno de estos tipos tiene características particulares.
Hasta el momento se tienen identificados cinco tipos de hepatitis: A, B, C, D, E.
Hepatitis A
La hepatitis A es de tipo viral y puede provocar una infección aguda o de corta duración.
La hepatitis A es poco frecuente en comparación a otros tipos que pueden ser más comunes; esto no significa que sea menos peligrosa.
La infección puede ocurrir cuando alguien ingiere el virus, el cual se encuentra en las heces o alimentos contaminados, generalmente a través del contacto cercano con una persona infectada, alimentos o agua contaminada.
Este virus se encuentra en las heces de las personas infectadas y puede sobrevivir en las superficies por varios meses. 2
Hepatitis B
La hepatitis B puede ser más infecciona que el mismísimo VIH y la única forma de tener un diagnostico sobre la enfermedad es mediante una prueba de sangre.
Desde el año 1982 existe una vacuna para prevenir la hepatitis, misma que se aplica a todos los bebés recién nacidos.
Hepatitis C
La hepatitis C se transmite esencialmente a través de la sangre. Las transfusiones fueron durante mucho tiempo una vía importante de contaminación, pero con el desarrollo de tests de detección, este tipo de contagio prácticamente desapareció.
Hoy, la OMS estima que 23% de las nuevas infecciones y 33% de la mortalidad debido al virus de la hepatitis C son imputables a la inyección de drogas con material no esterilizado.
También se puede transmitir durante la realización de tatuajes y piercings y más puntualmente, mediante una relación sexual o de una madre al feto.
Tras una fase de infección aguda, generalmente asintomática, una minoría de pacientes, entre 15% y 45%, elimina espontáneamente el virus, pero en la mayoría de casos este se instala en las células del hígado para convertirse en una enfermedad crónica.
Hepatitis D
La hepatitis es la inflamación del hígado causada por el VHD, también requiere la presencia del VHB para replicarse.
La única forma de prevenir la infección por la hepatitis D es usando una vacuna contra la hepatitis B.
Se estima que alrededor del 5% de la población global puede tener hepatitis D
Los países donde más se han confirmado casos de hepatitis D son: Mongolia, Republica de Moldavia y algunas naciones de África central y occidental.
Hepatitis E
Esta es una enfermedad debida a la infección por el virus de la hepatitis E (VHE).
Hasta el momento existen al menos cuatro diferentes tipos de este virus (genotipos 1, 2, 3 y 4).
Los genotipos 1 y el 2 solo se han encontrado en el ser humano.
Los genotipos 3 y el 4 circulan en varios animales (entre ellos los cerdos, los jabalíes y los ciervos) sin causarles enfermedad, e infectan ocasionalmente al ser humano.