Ómicron no será la última variante, según la OMS
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Salud

Ómicron no será la última variante, según la OMS

Te explicamos por que el Ómicron no será la última variante de Covid-19 y porque los no vacunados son la respuesta


Ómicron no será la última variante, según la OMS | El Imparcial de Oaxaca

Tras dos años de pandemia siguen apareciendo nuevas variantes de Covid-19, el riesgo es latente ya que el virus muta cada vez que parece estar “bajo control”, además, se hace cada más complejo la manera de atenderlo y de estudiarlo para neutralizarlo.

Un informe de la OMS señala que la variante Ómicron ha sido particularmente peligrosa. A mediados de enero de este mismo año, el organismo de salud registraba 21 millones de casos nuevos en todo el mundo.

En países como Brasil y México se triplicaron las nuevas infecciones y en el primero de estos han aumentado los casos en un 193 por ciento. Frente a esta situación cabe preguntarse ¿pueden aparecer nuevas variantes de Covid-19, y a qué se debe que surjan estas variantes?

Te recomendamos: Comercios proponen quitar tapete sanitizante en Tampico

¿ Qué es y cuándo surgió la variante Ómicron?

El 26 de noviembre de 2021, la OMS, catalogó a la variante B.1.1.529 como preocupante, y la nombró Ómicron siguiendo el orden del alfabeto griego, alpha, beta, gamma, y ómicron.

Esta nueva variante se diferencia de sus predecesoras por la alta transmisibilidad que presenta, por tanto, es más riesgosa ya que se propaga con mayor rapidez. Además, como señala la OMS, el virus sigue evolucionando y con esto se vuelve necesario que las vacunas y los medios para atender a los infectados evolucionen.

Sin embargo, esto se dificulta ya que el 30% de los establecimientos de salud en todo el mundo, y el 60% en los países menos desarrollados no están equipado para manejar la carga provocada por la COVID-19.

¿Cuáles son sido las otras variantes y cuándo aparecieron?

La OMS señala que, para que una variante pueda ser definida como Variante de Interés (VOI), debe cumplir con las siguientes características: Aumento de la transmisibilidad o cambio perjudicial en la epidemiología de la COVID-19; aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad; y disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública o de los medios de diagnóstico, las vacunas y los tratamientos disponibles.

La primer variante de la que se tiene registro fue Alpha, las primeras muestras fueron recolectadas en Reino Unido, en septiembre del 2020, y en diciembre de ese mismo año fue catalogada como Variante de Interés (VOI) .

La siguiente variante fue Beta, de esta se tuvo conocimiento en Sudáfrica, en mayo de 2020, e igual que Alpha, fue catalogada como VOI en diciembre de dicho año.

La variante Gamma fue advertida en Brasil, en noviembre de 2020, y se catalogó como preocupante en enero del 2021. Finalmente, la variante Delta, fue recolectada en la India en octubre de2020, y fue designada como VOI en abril de 2021.

¿Por qué los no vacunados son la clave?

Para John Nkengasong, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África, el coronavirus seguirá cambiando y produciendo nuevas variantes, por tanto, mientras sigan habiendo grupos de personas no vacunadas en el mundo, estas pueden contraer con facilidad el virus y pueden servir como “huéspedes para que este se reproduzca y mute en su interior”.

Para solucionar esto, Nkengasong remarca que se deben reforzar los sistemas de monitoreo y vigilancia del virus para que se logre puedan identificar las nuevas variantes lo más rápido posible.

También, indica que los laboratorios a nivel mundial deben estar equipados adecuadamente para detectar y analizar las variantes nuevas y así evitar su posible impacto. Sin embargo, esto tiende a ser más complicado en países pequeños y con economías limitadas.

Así también, las redes de investigación deben ser capaces de advertir de inmediato sobre sus hallazgos y así poder “activar una respuesta colectiva eficaz”. Esto podría ayudar a que los países tomen medidas en conjunto para aminorar los efectos negativos en la salud y en la economía.


aa

 

Relacionadas: