Un grave incidente ocurrido la mañana de este lunes ha puesto nuevamente en tela de juicio la seguridad y regulación del transporte público en la región del Istmo. Aproximadamente a las 6:30 horas, una joven pasajera resultó lesionada tras caer bruscamente al suelo al intentar descender de una unidad de Autotransportes Istmeños, en las inmediaciones del fraccionamiento La Noria, en Santo Domingo Tehuantepec.
LOS HECHOS
De acuerdo con la denuncia presentada por un ciudadano que viajaba en el mismo autobús, el conductor habría arrancado sin asegurarse de que la joven hubiese descendido completamente, provocando así su caída. El testigo relató que, pese a que los pasajeros alertaron al personal de la unidad sobre el accidente, ni el chofer ni el cobrador actuaron con prontitud ni ofrecieron atención adecuada a la afectada.
Este hecho ha generado una profunda preocupación entre los usuarios del transporte público, quienes señalan que es común que los operadores de estas unidades “peleen por el pasaje”, priorizando la rapidez y la competencia entre choferes sobre la seguridad de los pasajeros.
EXIGEN JUSTICIA
El denunciante exigió que tanto el conductor como el cobrador sean sancionados y responsabilizados por su conducta negligente. Además, hizo un llamado urgente a las autoridades de transporte del estado y del municipio para que implementen medidas estrictas de regulación, supervisión y formación del personal que opera estas unidades.
“No puede ser que esto siga ocurriendo. Hoy fue una caída, mañana puede ser algo más grave. Necesitamos que los choferes respeten los protocolos de seguridad y que las autoridades realmente supervisen”, expresó el ciudadano.
CONDICIONES DE OPERACIÓN DEL TRANSPORTE PÚBLICO
Este incidente no solo ha generado indignación en redes sociales y entre los vecinos del fraccionamiento La Noria, sino que también ha reabierto el debate sobre las condiciones de operación de los servicios de transporte colectivo en el Istmo de Tehuantepec. Habitantes de la zona han señalado que no es la primera vez que ocurren hechos similares y que existe un vacío en la fiscalización de estas empresas, muchas de las cuales operan con poca o nula supervisión oficial.
El caso de esta joven afectada evidencia la urgencia de establecer protocolos claros de seguridad y atención al usuario, así como sanciones efectivas contra quienes incumplan con la normativa. La comunidad de Santo Domingo Tehuantepec espera que este lamentable suceso no quede impune y que sirva como punto de partida para una reforma integral del transporte público en la región.
Hasta el momento, ni la empresa Autotransportes Istmeños ni las autoridades locales han emitido un comunicado oficial sobre lo sucedido. Los ciudadanos, mientras tanto, continúan exigiendo mayor seguridad, responsabilidad y respeto en el servicio de transporte que utilizan diariamente.