La tarde de ayer, amigos y familiares se reunieron en la iglesia de San Francisco Tutla para rendir un emotivo homenaje a Isidra Torres Hernández, la corredora oaxaqueña que perdió la vida después de 28 días de lucha contra las graves lesiones sufridas en un brutal ataque de perros Pitbull. Tras la misa, su cuerpo fue inhumado en el panteón de la misma población, donde sus seres queridos se despidieron con profundo dolor.
Isidra Torres, conocida por su participación en maratones locales, fue atacada el 1 de septiembre cuando salía de su casa en la noche. Los perros, propiedad de un vecino, la atacaron ferozmente, causándole heridas graves que incluyeron la amputación de extremidades. Su hija intentó socorrerla, pero no pudo evitar que su madre sufriera consecuencias fatales.
A pesar de los esfuerzos médicos y múltiples intervenciones quirúrgicas, Isidra no logró sobrevivir. La familia confirmó su deceso, poniendo fin a una larga lucha por su vida. Este trágico suceso ha causado consternación en la comunidad deportiva y entre sus seres queridos, quienes recuerdan con cariño su dedicación y pasión por el atletismo.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca abrió una carpeta de investigación por homicidio culposo, pero el juez negó la emisión de una orden de aprehensión contra el propietario de los perros, cuando el delito estaba inicialmente configurado como lesiones. Esta decisión ha generado indignación en la comunidad, que exige justicia.
En un comunicado, la Fiscalía aseguró que continuará trabajando para garantizar que las víctimas directas e indirectas del caso tengan acceso a la justicia y a una reparación integral del daño, reafirmando su compromiso de evitar la impunidad en este lamentable incidente.