Un reporte sobre un vehículo abandonado en la carretera a Ejutla, específicamente en la parada Monte del Toro, generó cierta expectación en los cuerpos policiacos.
La Policía Vial Estatal recibió información este lunes de que un automóvil tipo Stratus, estacionado en la zona, despedía un olor fétido proveniente de su cajuela.
La alerta parecía indicar algo mucho más grave, incluso generó la sospecha de un posible hallazgo relacionado con personas desaparecidas.
Con el temor de que se tratara de un escenario más macabro, los oficiales se trasladaron al lugar para investigar. Sin embargo, la sorpresa vino cuando, tras revisar el vehículo con la ayuda de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), se descubrió que no había ningún indicio que sugiriera un crimen
El famoso olor fétido, que desató las alarmas, no venía de la cajuela del vehículo como se pensaba, sino de un perro muerto que se encontraba cerca del lugar.
El automóvil, reportado como abandonado, fue asegurado por la Policía Vial Estatal, pero no todo terminó allí. Unas horas después, el dueño del vehículo se presentó en el lugar.
Se trataba de un profesor de educación física, quien explicó que dejó el coche en ese punto debido a una falla mecánica. Lo que comenzó como una alerta de desaparición terminó siendo un malentendido, con el propietario aclarando que no había intenciones de abandonar el auto, solo un inconveniente vehicular.
Al final, la situación se resolvió sin mayores complicaciones, y aunque el aroma a misterio fue solo una falsa alarma, la Policía Vial Estatal se aseguró de que el vehículo fuera resguardado hasta su reclamo formal.