El miedo y la confusión invadieron las calles de Oaxaca tras el reciente hallazgo de un cuerpo decapitado en la carretera de Zaachila y el asesinato de dos motociclistas.
A primera vista, el descubrimiento de un cuerpo sin vida y con evidentes huellas de violencia, abandonado dentro de una caja de cartón en la colonia Monte Albán, parecía ser otro trágico acto homicida. La noticia se esparció rápidamente en redes sociales, lo que intensificó el temor en una comunidad sacudida por la reciente ola de crímenes.
Cuando las autoridades llegaron al lugar para investigar el hallazgo, el escenario tomó un giro inesperado. Al abrir la caja de cartón, en lugar de encontrar un cadáver, se encontraron con un hombre en pleno sueño, quien, al ser despertado por los oficiales, se levantó con una calma desconcertante.
El hombre, un indigente que utilizaba la caja de cartón como improvisado refugio, se mostró sorprendido por la intervención policial. “Sólo estaba durmiendo”, explicó con tranquilidad, al señalar que usaba la caja para protegerse de las inclemencias del tiempo. Aunque su posición no era la más cómoda, el sueño le había ganado.
El alivio y las risas nerviosas reemplazaron el miedo cuando los oficiales confirmaron que el “cuerpo” no era más que un hombre buscando un lugar donde descansar. La confusión se disipó, y la noticia se convirtió en bromas y risas.
Mientras el indigente se alejó, posiblemente aún adormilado, se respiró con alivio al ver que este particular hallazgo no era otro acto de violencia, sino simplemente una confusión que resultó ser cómica.