La nueva administración del gobierno de Oaxaca debe ofrecer muchas explicaciones ante la lluvia de señalamientos, principalmente ante las dudas surgidas por nombramientos en la primera y segunda filas de su gabinete. Los ejemplos están con Saymi Pineda, Tania López, Alejandro López Jarquín, Verónica Hernández, en flagrante violación a la Ley General de Responsabilidades Administrativas y la “explicación” de que se colocan personajes en puestos más por “su trabajo” político” que por preparación, experiencia o posible aporte para llevar a buen puerto la administración.
Es ya inocultable la incapacidad mostrada por la secretaria de Turismo, Saymi Pineda Velasco para el puesto que ocupa, desnudada con los yerros de lenguaje cometidos respecto a la dependencia a la cual corresponde administrar, errores que no se cometerían si posee una mediana cultura general o trazos de conocimiento turístico; uno de los ejemplos es el desconocimiento del número de regiones de Oaxaca. Al día de hoy Oaxaca “se vende sola” como destino turístico, pero no caigamos en la irresponsabilidad en poner en el puesto a alguien que no tiene ni idea de dónde está parada y que podría poner en riesgo a una de las principales “industrias” que mueven la economía del estado.
Ante esto cabe hacer la pregunta ¿por qué está ahí? Tras la carencia de argumentos oficiales, el vacío de información (esa que busca medrar y controlar un argentino) aparecen las redes sociales y trabajos periodísticos señalaban que Turismo es la cuota que cede el gobierno a quienes apoyaron al proyecto de la 4T desde la Costa.
Otras versiones indican el nexo de la funcionaria con un capo conocido como El Bogar. Es claro que la posición es en pago a un compromiso, pues pónganla en un lugar en donde no exhiba su incapacidad o donde haga menos daño.
Otro personaje señalado es el secretario de Administración, Antonino Morales Toledo, Nino Toledo, ex presidente municipal de Villa de San Blas Atempa, quien junto con otros cuatro ediles del país en junio de 2020 era investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y por la Fiscalía General de la República, por probables ligas con el crimen organizado.
Por estas sospechas, la UIF bloqueó las cuentas bancarias del municipio de San Blas Atempa, como lo hizo con municipios de Jalisco, estos últimos con sospechas de nexos con el Cartel Jalisco Nueva Generación. Nino Toledo tendrá en sus manos, con Finanzas, el manejo de los recursos del nuevo gobierno.
Otra zona donde se perfilan daños innecesarios es en educación superior; sin experiencia en el sector educativo, médica de profesión lo cual en los más recientes años no ha ejercido desviada en su trabajo político, Tania López López, es la nueva rectora de la Universidad Tecnológica de los Valles Centrales del Estado de Oaxaca (UTVCO). En otra área, IOCIFED, fue nombrado el ex presidente municipal de Santa Cruz Xoxocotlán, Alejandro García Jarquín. Ambos, junto con Carlos López Jarquín, apenas a principios de 2021 militaban en el PRD. Ello llevó al presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, a endilgarles un sonoro “¡pinches traidores!” en una visita realizada a Oaxaca en abril de 2021.
Recién electa la nueva dirigencia del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Oaxaca (CECyTE) había advertido a la naciente administración que estaría vigilante para que la o el director contara con credenciales, experiencia y capacidad para dirigir esta institución media superior. Parece que el gobierno no hizo mucho caso. Ahí “cayó” Blanca Luz Martínez Guzmán. Quien antes de ser nombrada en ese puesto se exhibía en redes sociales como acérrima activista de Morena e impulsora de cursos de cultora de Belleza, quizá su único nexo con la educación.
Mención aparte merece Betty Montoya, ex presidenta municipal en Valle Nacional y a quien defendió Salomón Jara al frente de la Administración del Patrimonio de la Beneficencia Pública, no por su capacidad administrativa, sino por su “trabajo político”.
Otra pifia se refiere al Colegio de Bachilleres del Estado de Oaxaca (Cobao), donde la directora, Verónica Hernández González, ni tarda ni perezosa ha colocado a su esposo como asesor del sistema y a su hijo en el área de Comunicación Social del Cobao, en franco nepotismo; sin embargo, Salomón Jara, lo justificó.
¡Queremos médicos, no policías!
No es casualidad que en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña, donde ha habido una serie de protestas e inconformidades de trabajadores y familiares de pacientes, las autoridades hayan enviado a elementos del Servicio de Protección Federal, tal y como pasó en otros nosocomios del país como el Hospital la Raza, donde el personal se enfrentó con los cuerpos de seguridad hace algunos meses.
Curioso que en aquellos hospitales donde ha habido manifestaciones ahora se haya enviado a cuerpos policiacos y con armas largas, que hasta en el interior de los nosocomios realizan sus rondines y no solo intimidan a padres de familia, sino a los mismos trabajadores.
Ante el descontento que se vive por la situación en el Hospital de la Niñez, donde se advierte que pasará por un momento más crítico en 2023 porque habrá menos medicinas, las autoridades decidieron intimidar con la presencia de los elementos y dar un mensaje claro.
El personal del hospital asegura que faltan muchos insumos, no hay medicinas y no hay forma de operar a los niños que requieren intervención inmediata. No hay recursos humanos para una atención óptima y el proceso de transición del que tanto se habla no resolverá pronto los problemas del Hospital de la Niñez.