En estos dos siglos de crear el país llamado Estados Unidos Mexicanos, los criollos y la gente que ejerce el colonialismo, y que se han visto favorecidos por este régimen injusto y antihumano desde la iniciativa privada, le política, los medios de confusión, el sistema educativo, las iglesias y el sistema en general. Este país sigue siendo una Colonia al servicio y voracidad de los extranjeros.
A partir de que los criollos decidieron tomar el poder, iniciando un levantamiento, especialmente apoyado por los pueblos ancestrales que respondieron al llamado del cura, inicia un estallido social de 11 años, y a que, finalmente llegaron a un acuerdo, los criollos y el gobierno colonial, dejaron de luchar y simbólicamente con el Abrazo de Acatempan, sellaron la paz, y se unieron criollos y gachupines, y juntos tomaron la Ciudad de México, para implantar un país de ellos y solamente para beneficios de los criollos. Durante gran parte del siglo XIX, los criollos se dividieron en dos corrientes ideológicas y políticas. Unos eran los masones del rito Yorkino y el otro bando eran los masones del rito escocés. Lucharon entre sí, fueron invadidos, perdieron más de la mitad del territorio heredado del Colonia. En 1828, los criollos expulsan a los gachupines de México y se quedan con todo el pastel. Sin embargo, los criollos que les caracteriza el ser traidores, se dividen en dos bandos y van a luchar entre ellos por tener el poder y control del naciente país.
En varias ocasiones, unos y otros, irán a Europa para que los ayuden militarmente para vencer a sus compatriotas y quedar totalmente comprometidos con las fuerzas intervencionistas, especialmente con los yorkinos de E.U.
El país del México Imaginario no pudo escribir su historia oficial, por vivir en la lucha constante de toma el poder. Fue hasta 1884, cuando Porfirio Díaz ordena a Vicente Riva Palacio la publicación del libro oficial de la historia. Una serie de historias ficticias y que se hacen para que los historiadores del sistema porfirista empezaran a tejer una historia que se ajustara a una narración de buenos contra malos, vencedores y vencidos y que “mi abuelito era español”.
Esta narrativa viene dese el primer momento de la invasión con las desmentidas Cartas de Relación que escribió Hernán Cortés y que la Maestra Eulalia Guzmán Barrón, después de siete años de investigación en las bibliotecas y centros de investigación de Europa, logra demostrar que los hechos narrados por Cortes, en gran medida son falsos, con muchas supresiones, verdades a medias, y a todas luces el libro fue creado para quedar bien con la Corona, y evitar el Juicio de Residencia que, finamente se llevó a cabo.
Es, finalmente, que los criollos a partir de 1921, con la creación de la SEP, empiezan a destruir a la civilización del Anáhuac, comenzando con la prohibición de que los niños anahuacas en las escuelas de hablan su milenaria lengua. Golpes a los niños y multas a los padres, para que se perdieran nuestras lenguas y en su lugar se implantara una sola lengua, el castellano. Los profesores de la SEP, tenía como misión, consciente o inconsciente, infectar a las poblaciones con el virus de la modernidad y el progreso, tratando de desaparecer las tradiciones, usos y costumbres ancestrales, declarándolos de poco valor. La SEP se ha encargado de crear una historia a modo de los invasores, que justifique sus crímenes. Los 9500 años de historia del Anáhuac, son suplidos por los 196 años de la cultura mexica.
Sin embargo, el crimen de lesa humanidad que han ejecutado el Estado mexicano, de ideología criolla, es pretender desaparecer a la Civilización del Anáhuac, de la mente y los corazones. Será muy difícil y un gran esfuerzo de los llamados mexicanos, por volver a interpretar el mundo y la vida a través de los valores y principios ancestrales de la Toltecáyotl. Resulta un desafío inconmensurable dejar de creer lo que la SEP y el sistema neocolonizador nos ha introyectado en nuestra mente y nuestro corazón. Volver a ser personas libres y descolonizadas, es el paso que se tiene que dar. No somos mexicanos, somos anahuacas y este país no es México, ancestralmente ha sido Anáhuac, y lo será.
La Patria tiene 200 años, es de los invasores explotadores y depredadores, que se auto llaman mexicanos. La Matria tiene diez mil años y es nuestra Madre Cultura, es la que nos de valores, principios y una forma muy clara de entender el mundo y la vida.
Educáyotl, AC. Lo difícil no es hacerlo, sino imaginarlo.