La creciente incidencia delictiva en diversas colonias ha generado preocupación entre los habitantes, quienes enfrentan un aumento en robos, asaltos y otros delitos que afectan su seguridad y tranquilidad. La falta de estrategias efectivas y una respuesta contundente por parte de las autoridades contribuyen al sentimiento de vulnerabilidad entre los vecinos.
Al anunciarse acciones en colonias de nuestra capital y municipios conurbados, se debe atender el clamor ciudadano, pues en varias zonas como lo han señalado residentes en reuniones vecinales, los robos a casa habitación y los asaltos en la vía pública han alcanzado cifras alarmantes. Los afectados señalan que, aunque han interpuesto denuncias ante las autoridades correspondientes, en muchos casos no se observan avances en las investigaciones, lo que aumenta la sensación de impunidad.
Uno de los puntos más críticos es la insuficiencia de vigilancia policiaca. A pesar de los esfuerzos por establecer rondines de seguridad, los vecinos aseguran que no se realizan de forma constante ni en horarios clave, lo que facilita a los delincuentes operar sin mayor obstáculo. Otro factor que incrementa la inquietud es la falta de alumbrado público en muchas zonas, lo que genera ambientes propicios para actos delictivos.
Las calles oscuras son un peligro, especialmente para las mujeres y niños que regresan tarde a casa. Es una situación insostenible, por ello, las comunidades han comenzado a organizarse a través de comités vecinales y grupos en redes sociales para alertarse mutuamente sobre posibles riesgos. Sin embargo, estos esfuerzos ciudadanos no son suficientes si no se complementan con una intervención efectiva del gobierno.
Los ciudadanos hacen un llamado urgente a las autoridades para implementar estrategias que garanticen la seguridad en sus colonias. Entre las peticiones destacan un aumento de patrullajes, mayor inversión en iluminación y sistemas de vigilancia, así como la mejora en la atención a denuncias y procesos judiciales.
Verificación vehicular
A pesar de las carencias y limitaciones observadas, se ha anunciado que los automovilistas que pagaron la verificación vehicular en enero, podrán llevar sus unidades de motor a los centros autorizados a partir del 1 de febrero. Si bien aún se revisan los verificentros que ofrecerán los servicios, ya se confirmó que al pagar los derechos vehiculares se incluye la verificación del primer semestre del año y para el periodo agosto-diciembre se genera otra línea de captura para el pago respectivo.
Después de que fracasó en un primer intento, la verificación vehicular es un proceso fundamental para garantizar la calidad del aire, reducir las emisiones contaminantes y promover un entorno más saludable. Este procedimiento obligatorio, consiste en evaluar las condiciones mecánicas y las emisiones de gases contaminantes de los vehículos para asegurarse de que cumplan con las normas ambientales establecidas.
Se debe insistir que el proceso de verificación vehicular se realiza en centros especializados que cuentan con equipos técnicos y personal capacitado para llevar a cabo las pruebas. Además, se establecen periodos específicos durante el año para realizar este trámite, y el incumplimiento puede acarrear multas o restricciones para circular.
La verificación vehicular es un compromiso social y ambiental que requiere la colaboración de todos los conductores. Al cumplir con este proceso, no solo se evita el pago de multas, sino que se contribuye activamente a la protección del medio ambiente y a la creación de un entorno más limpio y saludable para las generaciones futuras.
Sin embargo, se ha confirmado en los hechos que muchas unidades, en especial aquellas dedicadas al transporte urbano ignoran olímpicamente estas disposiciones y siguen circulando arrojando al aire, contaminantes. Habrá que exigir el cabal cumplimiento de todos.