Irritables

Como dije en mi entrega de ayer, la crisis sanitaria por la Pandemia y, con más claridad, la debacle económica del país originada por la improvisación de sus altos funcionarios y las necedades del presidente AMLO, empiezan a afectar sensiblemente la popularidad del partido Morena. Es imposible que mantengan el próximo año la mayoría en el Congreso de la Unión. Esto pone muy nervioso a los “políticos de izquierda” que se han beneficiado inmensamente del efecto AMLO y siguen orbitando a su alrededor. Cual rémoras quieren seguir pegados a la ubre de la 4T. 

Voy a citar algunos ejemplos de nuestros políticos chapulineros.

El primero es el demonio de Tasmania, Flavio Sosa Villavicencio. Después de andar saltando por diversos partidos “de izquierda” brincó a la mentira del “cambio”.  Su status económico cambió al lado del gran saqueador Gabino Cué beneficiario de la asonada del 2006 que bastante atizó el mismo Flavio contra Ulises Ruiz. Al llegar al gobierno Gabino lo rescató de la cárcel donde estuvo por incendiario y retobado provocador. Lo hizo diputado y líder de la Comisión de Cultura del congreso local. Años atrás, en la búsqueda de un mecenas que lo emancipara, se acercó a la campaña del panista Vicente Fox y, antes de las elecciones, le alzó el brazo en señal de triunfo para congraciarse. Así es de oportunista. Por una migaja de poder, hasta la ignominia.  Al lado de Gabino se acercó a la campaña de López Obrador y aunque este perdió ante el panista Felipe Calderón, el hoy presidente de la República se dio cuenta lo utilitario que es el demonio de Tasmania en Oaxaca. En este momento está agazapado, pero manejando hilos de poder. Su hermano Horacio es diputado local y presidente de la JUCOPO donde administra el inmenso presupuesto del (peor) congreso de Oaxaca, cercano a los mil millones de pesos. Y sin rendir cuentas a nadie. Su prima es diputada por un distrito de la Sierra Juárez. Flavio también maneja la delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor, a través de interpósita persona. La reyerta verbal que mantiene en redes sociales con algunos comunicadores como el colega Martínez de Aguilar, es señal de su nerviosismo. Las últimas encuestas y declaraciones de personajes de la cúpula Obradorista, indican que el efecto AMLO que hizo ganar a todos sus candidatos, hasta los peores, va a la baja,

A los morenistas que andan muy frenéticos, el líder del Senado, Ricardo Monreal les dijo:  “…pido a los legisladores que no se crean mucho incluyendo a los presidentes (municipales). La verdad es que fue López Obrador el que nos ayudó a ganar a todos, la gente lo sabe muy bien…”.

Alguien debe decir al demonio que “no se ande creyendo mucho” y menos decir que su socio Salomón Jara ya es el candidato a gobernador. No coman ansias. 

TAMBIÉN SAN GERMÁN 

Otro desatado morenista es el médico Alberto Vázquez San Germán, un audaz que se acerca más al papel de politicastro que el de facultativo. Al verse envuelto en el nuevo escándalo de robo de material y equipo médico del Hospital Civil, los mismos trabajadores de su sindicato hicieron circular en las redes sociales un alud de negros antecedentes. Entre la angustia de la epidemia del Coronavirus y la congoja de los trabajadores del nosocomio, fue inducido a destaparse como aspirante a dirigir la sección 35 del Sindicato de la SSA. No bien abrió la boca cuando otra avalancha de señalamientos y burlas marcaron su destape.

LA MANO DEL CARA SUCIA 

Digo que lo indujeron por lo siguiente: Cuando ya veía venir el escándalo por el robo de equipo y material médico fueron al hospital para lavarle la cara cuatro diputados locales encabezados por César Morales Niño achichincle del que se dice dueño del PT en Oaxaca, Benjamín Robles. 

Además de Cesar, fueron Migdalia Espinoza, Noe Doroteo y Aleida Serrano. Supuestamente iban en su calidad de miembros de la comisión de salud del Congreso, pero la realidad es que los mandaron a darle espaldarazo. No bien terminaron la visita cuando Aleida ya estaba informando del fondo del asunto. El diputado cara sucia quiere manipular en el sindicato de la SSA como lo hizo con el cartel 22 y otras organizaciones como “vicegobernador” de Gabino Cué.  

Descobijado, San Germán también anda muy nervioso. En un lance con otro comunicador de redes sociales, se rebajó ayer a una discusión barriobajera.  

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